Es cierto que a lo largo de nuestra vida hemos oído muchas recomendaciones acerca de cómo cuidarnos mejor tanto por dentro como por fuera y conseguir así, notables mejoras en nuestra vida, pues está demostrado que llevar una vida saludable repercute tanto en nuestro organismo y facultades físicas como en nuestro humor y mentalidad. Te contamos los secretos para adoptar un estilo de vida saludable, ¡desde ya!
Porque una vida sana provoca que nos sintamos más ágiles, incrementa las ganas que ponemos en lo que hacemos y repercute en nuestra actitud.
Pero ¿cómo ponernos el objetivo de cambiar nuestros hábitos y empezar a hacer pasos en beneficio de un estilo de vida más saludable? Muchos podrían pensar que necesitamos tiempo, dinero y mucha fuerza de voluntad, pero la verdad es que es más sencillo de lo que parece: simplemente sustituyendo algunas acciones que hacemos casi de forma inconsciente, por otras que sabemos que son beneficiosas, podemos cambiar nuestro estilo de vida.
Lo que debes tener en cuenta son sobre todo los cuatro factores que se exponen a continuación.
La importancia de la comida
Para conseguir una buena relación con la alimentación, ni mucho menos debemos sufrir disminuyendo la cantidad que ingerimos y obsesionándonos con las calorías.
Lo ideal es sobre todo conocer lo que incluimos en nuestra dieta y hacer que esta sea variada equilibrada. Para conseguirlo, debemos intentar hacer 5 comidas diarias que incluyan sobre todo vegetales, carne, pescado y unas cuatro piezas de fruta.
Beber 2 litros de agua cada día es también algo muy recomendable que incluso puede ayudarnos a adelgazar ¡o hacer que mejore el aspecto de nuestra piel! Es por ello que desde hace tiempo muchos expertos recomiendan empezar el día tomando en ayunas un vaso de agua con limón.
Una vida en movimiento
Si hay algo desaconsejable para la salud es un estilo de vida sedentario, y se ha vuelto una tendencia peligrosa por culpa del auge de las nuevas tecnologías, que nos permiten hacer multitud de cosas desde la comodidad de una silla o un sofá.
Aunque no puedas ir al gimnasio por cualquier motivo, intenta, si tienes que trasladarte a algún lugar para trabajar o para cumplir con algún deber, hacerlo a pie o en bicicleta; evita pues, a poder ser, los trayectos cortos en coche.
Muévete y haz estiramientos y ejercicios en casa, tu cuerpo se activará y contribuirás al correcto mantenimiento de tus huesos, articulaciones y músculos ¡además de tonificar tu cuerpo!
Mejora tus hábitos de descanso
Aunque parece que dormir correctamente es el paso más sencillo a la hora de cambiar nuestras rutinas y malos hábitos, y empezar a hacer las cosas bien, conseguir un descanso reparador puede ser más difícil de lo que parece.
Entre las claves existentes para dormir bien por las noches, además de la recomendación generalizada de dormir como mínimo 8 horas, podemos encontrar el hecho de cenar ligero, no mirar pantallas durante la media hora previa a acostarnos y una vez en la habitación, cerrar las persianas para evitar luces y sonidos y contribuir a la oscuridad total.
La posición en la que dormimos, es también clave para no despertarnos con una sensación de entumecimiento, así que intenta estar lo más erguido posible y no usar ningún tipo de ropa ceñida a la piel durante la noche.
Queda, comparte ¡y diviértete!
Tener una vida social activa es también beneficioso para la salud porque despierta en nosotros endorfinas: las hormonas de la felicidad. Al sentirnos parte de un grupo y acceder a la oportunidad de hacer aquello que nos gusta en grupo, adoptamos mejores hábitos y nos motivamos a nosotros mismos para ser más activos y cumplir nuestros objetivos.
“La felicidad solo lo es si es compartida”, bueno ya sabes que a distancia, ahora, a causa de la Covid-19, que se suele decir, así que si puedes compartir con tus amigos tu propósito de mejorar tus hábitos, ¡seguro que puedes conseguir que alguien se una a tus retos y el ánimo del grupo para cumplirlos!