La famosa Capilla Sixtina ha ocupado y siempre ocupará un lugar privilegiado dentro del Palacio Apostólico de la Ciudad del Vaticano. Esta imagen de gran belleza y magnificencia parece única en su especie.
Sin embargo, a pesar de su esplendor, fue la pieza final de un proyecto orquestado por el entonces papa Sixto IV. Este encargó a un grupo de pintores renacentistas realizar una serie de paneles al fresco sobre la vida de Moisés y Jesucristo. Acompañados de los retratos de los papas que ya habían gobernado en la Iglesia. Como desenlace a tan magnífica creación, el papa Julio II encomendó años después a Miguel Ángel decorar la bóveda de la capilla. Creando una obra de arte sin precedentes, que representa la manifestación del poder divino sobre la Tierra.
Sin embargo, aunque parece un trabajo más del renacimiento de la época, algunos expertos creen que en realidad fue creada para revelarse contra la figura del papa. ¿Y cómo lo hizo? Creando detalles ocultos que señalan al hombre como un símbolo mucho más poderoso que cualquier ente divino. ¿Quieres conocer los mensajes escondidos de la Capilla Sixtina? Sigue leyendo, te sorprenderán.
Dios y el cerebro humano
En la parte central de la bóveda, es posible observar una representación de Dios rodeado de un manto rojo y multitud de ángeles. No obstante, su contorno recuerda mucho al de un cerebro humano. Los investigadores creen que Miguel Ángel quiso representar la inteligencia suprema con la que Dios dotó a Adán y Eva.
Autorretrato
Para expresar la desgana con la que llevó a cabo el proyecto de la Capilla Sixtina, el artista creó un autorretrato de lo más simbólico. En él, aparece San Bartolomé sosteniendo la piel de degollada de otro individuo. Este sería el propio Miguel Ángel, que aceptó a regañadientes el encargo del papa Julio II.
Ilusión óptica
El ‘Juicio Final’, también creado por el pintor italiano, fue ideado para simular una ilusión óptica en el ojo del espectador. A simple vista, parece que la obra se inclina ligeramente en su parte más elevada. De esta forma, infunda temor y respeto ante el poder de Dios y sus súbditos.
El juez del infierno
Biagio da Cesana fue uno de los hombres que más criticó la obra de Miguel Ángel. Sobre todo en lo referente a la cantidad de desnudos que aparecían en ella. El artista, como venganza, puso el rostro de Cesana en el cuerpo de Minos, el juez del infierno.
La glándula pineal
Otro detalle que no se encuentra al alcance de todos tiene que ver con la representación de Adán en la bóveda. En su imagen es posible apreciar la llamada glándula pineal, que aportaría un significado de lo más complejo. Cualquier hombre puede acceder a la divinidad, pues esta se encuentra en el cerebro humano.
Jesús no está encarnado en la capilla
Aunque parezca increíble, la figura de Jesucristo no está representada en la bóveda. El lugar que en un principio fue reservado para él, finalmente lo ocupó una curiosa combinación: el profeta judío Zacarías con el rostro del papa Julio II. Zacarías fue famoso por denunciar la corrupción y la falta de espiritualidad de los sacerdotes. Una elección que deja en evidencia los sentimientos de Miguel Ángel por el Vaticano.
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