Los signos del zodiaco más celosos sufren las consecuencias de haber nacido bajo la influencia de unos planetas que les afectan de lleno. El horóscopo dice mucho más de nosotros mismos de lo que podríamos imaginar. Los celos son los grandes enemigos de las relaciones estables, ellos son los responsables de más de una pelea. No solo afectan a la persona que los recibe, también a quién los sufre. El día que naciste puede advertirte del nivel de celos que verás llegar a tu vida, estos son los signos más celosos del horóscopo.
Los signos del zodiaco más celosos de todos son estos y esta es la razón
El rey de los celos del horóscopo es Escorpio. Puede hasta tener celos de sí mismo, convivir con él es un poco complicado. Será mejor decirle siempre la verdad y no perder su confianza en ningún momento. Si nota cualquier elemento negativo o sospechoso puede huir rápidamente antes de sentir que está perdiendo la batalla. Todo que tiene de celoso lo tiene de negativo así que será mejor que te prepares para lo mejor y lo peor de este signo.
Virgo es un envidioso de manual que puede acabar derivando en celos. El problema de este signo son sus altas expectativas que quizás nunca terminen de llegar. Cuando siente que está perdiendo el control o no se siente seguro de sí mismo, suele pagarlo con su pareja. Desconfía hasta de su sombra y lo hace de tal forma que cuesta después volver a la normalidad. Siempre es mejor prepararse con él, haciendo fluir la comunicación.
Sagitario tiene un punto celoso, disfrazado de preocupación que podría acabar siendo el que marque un antes y un después en una relación de pareja. Llega el momento en el que tiene que sentirse lo más arropado posible, este signo de fuego quiere recibir a todas esas personas que le rodean. De no ser así, de no comprobar como le devuelven los favores que realiza puede convertirse en un celoso empedernido. Será mejor que le correspondas como quiere.
Piscis tiene celos hasta de su sombra. El problema de este signo está en sus emociones descontroladas. Puede crear una bola de nieve con un granito de arena y hacer cada vez más grande un problema que sería sencillo de resolver. Deja que salgan sus emociones y después pregunta qué ha pasado.
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