Después de un «parón» en la vacunación con AstraZeneca tras registrarse varios casos de trombosis, esta semana se ha retomado la administración de la vacuna en España con una novedad muy importante: se amplía la edad máxima para recibirla a los 65 años. Ahora la farmacéutica, la Agencia Europea del Medicamento y la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios, han elaborado un informe en el que indican cuáles son los síntomas de la vacuna de AstraZeneca más preocupantes, que requieren de «atención médica urgente».
Fuentes de la compañía señalan que los casos de trombosis y trombocitopenia son muy poco frecuentes, y aseguran que el beneficio que ofrece la vacuna contra el coronavirus es mucho mayor a los posibles inconvenientes que pueda presentar.
Los síntomas de la vacuna de AstraZeneca por los que deberías preocuparte
Desde AstraZeneca han emitido una carta a los profesionales sanitarios para que estén alerta ante síntomas de pacientes que han recibido la vacuna y que son de carácter grave.
- Disnea: la disnea es como se denomina clínicamente a la falta de aire. Puede ser leve y temporal o grave y prolongada. Las principales señales de disnea son las siguientes: respiración superficial y rápida, opresión en el pecho, tos, sibilancias y sentirse asfixiado ante el más mínimo esfuerzo.
- Edema de miembros inferiores: el edema es la hinchazón provocada por la acumulación de líquido en los tejidos corporales, y suele afectar a las piernas, los tobillos y los pies.
- Dolor abdominal persistente: otro de los síntomas poco frecuentes de la vacuna de AstraZeneca pero que pueden darse es el dolor abdominal, tanto generalizado como localizado en una determinada zona.
- Dolor precordial: el dolor precordial es el que se localiza en la zona del corazón, más concretamente debajo del pezón izquierdo, y aparece de manera repentina.
- Síntomas neurológicos: los síntomas neurológicos pueden ser muy diversos: convulsiones, mareos, desmayos, parálisis facial… Ante la más mínima señal de alerta hay que acudir al médico.
- Hematomas cutáneos: la aparición de un pequeño hematoma donde se ha administrado la dosis es algo normal, pero si es de gran tamaño y/o aparece en otra zona del cuerpo es mejor consultarlo.
- Petequias: y, por último, las petequias, pequeñas lesiones de color rojo que se producen por el derrame vascular. Tras la vacuna es común que se den en el brazo, pero no lo es que lo hagan en otras zonas.
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