Las personas con un coeficiente intelectual más alto suelen tener algunos problemas de socialización. La capacidad para relacionarse se ve reducida en algunos casos y aparecen algunas trabas relacionadas con la soledad y la incomprensión. Pero esta vez no hablamos de complejos sociales sino de trastornos psicológicos, ya que según el departamento de Psicología del Pitzer Collegue de Estados Unidos ha descubierto que los superdotados tienen un mayor riesgo de desarrollar enfermedades mentales.
El mal del genio
Los superdotados tienen muchas cualidades: inteligencia superior, índices de creatividad por las nubes, respuesta rápida a los problemas… Pero no todo podía ser bueno y es que se ha demostrado que las personas más listas son las que están más expuestas a las enfermedades mentales. Unas conclusiones obtenidas después de entrevistar a más de 3.700 miembros de la ONG para superdotados American Mensa con un cociente intelectual superior a 130.
En el cuestionario, los participantes tuvieron que contestar a una serie de preguntas en las que se preguntaba acerca de las enfermedades mentales y si habían sido diagnosticados con alguna de ellas. Los datos fueron muy claros: los miembros de la comunidad Mensa tenían unos porcentajes muy superiores a la media de Estados Unidos en cuanto a enfermedades mentales se refiere. Unos datos en los que el autismo, la depresión y la hiperactividad se mostraban como los trastornos más destacados.
La hipótesis
A partir de estos resultados, el departamento de Psicología del Pitzer Collegue pudo confirmar la hipótesis que sugería que las personas más listas son más sensibles a los estímulos del entorno y suelen estar más predispuestas a los distintos trastornos psicológicos. Los niveles de inteligencia de los superdotados hacen que los individuos reaccionen de diferente forma al entorno en el que se encuentran creando un escenario diferente que genera un sistema nervioso central hiperactivo.
Desde la investigación aseguran que una inteligencia superior no es la causante directa de la enfermedad mental. No obstante, este rasgo es uno de los más comunes para que el sujeto se predisponga a padecerla. «Una gran parte de estas personas sufren a diario hipersensibilidad emocional y física. Las intensidades y excitabilidades únicas pueden ser a la vez extraordinarias e incapacitantes en muchos niveles», señaló Nicole Tetreault, coautora del trabajo.
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