En el centro de atención primaria (CAP) Sanllehy de Barcelona las visitas de pacientes con resfriados, fiebre y malestar muscular se han multiplicado en la última semana. “Tenemos más del doble de visitas que antes”, explica una enfermera del centro. Los síntomas son compatibles con los de la covid, por lo que las profesionales realizan pruebas de antígenos para descartar la presencia del coronavirus. “La gran mayoría no tiene la covid”, concluye, “pero debe hacerse”. El volumen de trabajo de los sanitarios, en todo caso, ha aumentado en los CAP en un momento en que afrontan la campaña de la gripe, inoculan la dosis de refuerzo contra la covid y recuperan el trabajo atrasado durante la pandemia.
“Estamos superados porque no podemos recuperar el trabajo pendiente”, lamenta Jaume Sellarès, vicepresidente del Colegio Oficial de Médicos de Barcelona (COMB). “Necesitamos tiempo para ponernos al día con aquello que no pudimos asumir con la covid”, explica, “y ahora con el aumento de los cuadros respiratorios no podemos”.
Los expertos aseguran que las dolencias que buena parte de los pacientes trasladan en sus consultas no son la gripe, a pesar de que popularmente se asocie la fiebre y el dolor muscular con ella. “La mayoría de virus actuales son el rinovirus [el principal responsable de los resfriados y catarros] y el adenovirus [resfriados y diarreas]”, refleja Antoni Sisó, presidente de la Sociedad Catalana Familiar y Comunitaria (Camfic). “La gripe aún no ha llegado”. El aumento de resfriados y virus respiratorios se asocia a una mayor interacción social, superior a la del año pasado, cuando las restricciones comunitarias eran mucho más restrictivas para frenar la pandemia y apenas se dieron estos casos.
El volumen de casos de resfriados y malestar físico, sin embargo, no es descabellado por la época el año, según Sellarès. “La percepción que tenemos es que la situación actual es la que seguramente tuvimos en 2019″, compara. El problema, avisa Sisó, es la convivencia actual con la pandemia y el desgaste acumulado de los profesionales del sector. ”Los CAP no están colapsados, pero muchos sanitarios están cansados y sufren una fase de estrés postraumático. Tenemos un buen número de médicos que están de baja por cuestiones emocionales que están agotadísimos”.
Con la erosión de las plantillas tras un año y medio de lucha contra la covid y la recuperación de la actividad convencional, a los CAP les faltan manos. “No podemos contratar a más gente porque no hay más profesionales”, lamenta Sellarès. El vicepresidente del COMB asegura que los equipos se reforzaron en el inicio de la pandemia, pero que desde entonces no han podido crecer más. “Los profesionales contratados al principio de la covid siguen con nosotros: hemos crecido en administrativos, pero en profesional sanitarios no podemos crecer más”. Sellarès pide aumentar “urgentemente” el número de residentes de medicina familiar y comunitaria. “Baleares ya ha doblado las plazas”, muestra”, Y Cataluña podría aumentarlo mucho más. El objetivo, concreta Sisó, es recuperar las “patologías perdidas: cardiovasculares, cánceres, crónicos…”. “Tenemos que recuperar las pruebas complementarias y atender pacientes presenciales; y con la llegada de los virus estacionales, es un poco más difícil.
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