Los Golden State Warriors han tenido una temporada regular impropia de unos vigentes campeones. Su último partido, la paliza más abultada de cualquier equipo en este curso que hoy ha terminado, apunta sin embargo otra cosa muy distinta. A pesar de haber terminado en la sexta plaza (44-38), que les cita con los sorprendentes Sacramento Kings (48-34) en la primera ronda, parecen preparados. Justo a tiempo para recuperar todo su potencial latente, y sacarlo de sopetón y de forma arrolladora ante cualquiera que se les cruce por el camino, el rapapolvo de anoche recuerda el enorme peligro que acumula la plantilla.
Las víctimas, unos endebles Portland Trail Blazers ‘B’ sin ninguno de sus titulares habituales en pista, pusieron de su parte para encajar un 101-157 tremendo e inexcusable. El asunto no solo fue un aviso para navegantes, sino que la hoja estadística quedará para siempre en los libros de historia. Hasta anoche, ningún equipo había logrado un primer cuarto de 55 puntos como el que los de la bahía de San Francisco endosaron a sus contrincantes (27-55). Fueron 12 triples, 5 de ellos de Klay Thompson (17 de sus 20 puntos en el cuarto inicial), los que permitieron a los Warriors vapulear en apenas 12 minutos a sus rivales. El escolta, además, celebró así los 300 tiros de tres anotados esta temporada, un registro que le convierte en el tercer jugador que alcanza estos números de perímetro tras Stephen Curry (4) y James Harden (1).
Junto a su líder y Splash Brother (26 puntos y 5-10 en triples) y Jordan Poole (21 puntos y 4 de 5 en triples), Thompson dejó otra marca para el recuerdo. Nunca tres compañeros de equipo habían anotado tantas dianas de tres en una sola temporada: 779 triples. Y otra cifra para meter miedo: los tres han promediado más de 20 puntos por partido este curso, una auténtica locura pensando que los tres cumplen funciones similares en el juego exterior del equipo.
El trámite contra los Blazers, más allá de los registros para enmarcar, permitió a los Warriors mantenerse en posiciones de clasificación directa de play-in. Una victoria de los Suns contra los Clippers les hubiera citado contra Kevin Durant en primera ronda, pero el triunfo angelino les permite quedarse en California y enfrentarse a los Kings para abrir el apetito. De haber caído anoche, los vigentes campeones tenían muchas papeletas de verse de repente en el incómodo play-in. Su primer cuarto de récord dejó claro que la derrota no entraba en sus planes.
Más allá de la mejoría sobre la pista, el factor más importante que puede dar un empujón considerable a los defensores del título ahora es el retorno justo a tiempo de Andrew Wiggins. Después de perderse casi dos meses de competición por un problema familiar, estará a punto para debutar junto al resto de compañeros el 15 de abril, fecha de inicio de los playoffs. Aunque no han parecido ellos mismos en todo el año, ahora, cuando más importa, los Warriors vuelven a meter miedo en el cuerpo de los oponentes. Cuidado con ellos.