Etapa temprana europea La firma de capital de riesgo, Blossom Capital, acaba de cerrar un fondo de $ 185 millones, un gran salto en su cierre anterior. La firma realiza solo un puñado de inversiones por año, principalmente en la etapa de la Serie A, trabajando muy de cerca con los fundadores en su cartera, una estrategia a la que se refiere como inversión de “alta convicción”.
Una de las pocas elegidas es Inne, una startup de femtech con sede en Berlín que está creando un novedoso producto de suscripción de seguimiento hormonal, para el seguimiento de la fertilidad y la anticoncepción “natural”. El objetivo es ofrecer una alternativa de alta tecnología para tomar hormonas para prevenir el embarazo o usar un método de barrera establecido, como un condón.
Inne salió del sigilo el otoño pasado para anunciar $ 8.8 millones en fondos, dando la primera visión del dispositivo médico en el que ha estado trabajando desde 2017. Este rastreador de hormonas de prueba en el hogar está programado para lanzarse en mercados seleccionados en Escandinavia este año. Pero a pequeña escala, similar a una versión beta limitada, con el inicio diciendo que iterará el producto en función de los comentarios de los primeros usuarios
Charlamos con Blossom Capital Louise Samet, socia, que dirigió la inversión del fondo en Inne, para obtener una pista interna de ese acuerdo y, en términos más generales, comprender cómo piensa el fondo sobre femtech, así como para preguntarle sobre los desafíos y oportunidades clave que ve para los fundadores construyendo productos dirigidos a mujeres.
Esta entrevista ha sido editada por su extensión y claridad.
TechCrunch: ¿Cómo se acerca el fondo a femtech?
Samet: La forma en que definimos femtech es productos que están diseñados para mujeres. Pero creo que la definición del término no es necesariamente importante. Lo más importante es el problema que los fundadores se están enfocando en resolver.
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