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Lucha antihuachicol debe abrirse a delitos ‘de cuello blanco’; parece que el tráfico de influencias no incomoda a nadie: Ana Lilia Pérez

Por su parte, el escritor Fabrizio Mejía dijo que el nivel de corrupción y cinismo que hubo en el sexenio de Enrique Peña Nieto encaja con el perfil de alguien que recibe 100 mil millones de dólares por protección.

En la estrategia contra el robo de hidrocarburos impulsada por el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, será necesario investigar a “los huachicoleros de cuello blanco“, afirmó la periodista Ana Lilia Pérez. 

Va a ser ineludible mirar hacia atrás, porque sólo así se podrá resolver el gran problema del crimen organizado operando la industria petrolera”, dijo.

En #MesaDeAnálisis con la periodista Carmen Aristegui, comentó que es momento “de que se vea al Pemex criminal dentro del formal”.

Recordó que en su libro El Cártel Negro, publicado en 2011, ya se planteaba ese Pemex ilegal. “Desde ese momento se hablaba del robo de crudo, directamente sustraído del mismo puente que hay entre los pozos de donde se está sustrayendo el crudo y antes de ser entregado en las terminales”.

La periodista también comentó que desde entonces ya empezaban a desmantelar las plataformas más nuevas que compraba Pemex.

Cuando se aprueba la Reforma Energética y se permite que los privados tengan sus propias plataformas,  “hay un mayor desmantelamiento de las plataformas de Pemex”.

Hubo omisión, hubo complicidad, están hasta las fotografías publicadas de cuando estaban desmantelando y nadie detuvo eso”, añadió.

En ese sentido, consideró que la estrategia contra del huachicol del gobierno de Andrés Manuel López Obrador tendrá que abrirse necesariamente al delito de cuello blanco, donde sin duda se verán involucradas petroleras y funcionarios del más alto nivel de Petróleos Mexicanos.

En tanto, el escritor Fabrizio Mejía señaló que en cada sexenio se elige a un cártel criminal que será protegido mientras que los demás son combatidos.

Por ejemplo, apuntó, “en el sexenio de Carlos Salinas a los del Golfo no se les tocaba, en pasados no se le tocó al de Sinaloa, y esa es la manera que tiene el Estado mexicano de organizar la violencia, y de muchas maneras ha sido beneficiario”.

Por otra parte, afirmó que el nivel de corrupción y cinismo que hubo en el sexenio del expresidente Enrique Peña Nieto encaja con el perfil de alguien que recibe 100 mil millones de dólares (de Joaquín “El Chapo” Guzmán) por protección.

“Pensemos en el grado de avaricia que hubo de parte de los Duartes, los dos gobernadores, y de la vulgaridad que hubo al aceptar una casa blanca a cambio de una adjudicación directa de obra pública como lo hizo el presidente Enrique Peña Nieto en funciones, y que después vino a decir que no era ilegal lo que había hecho”, subrayó.

Pérez Mendoza coincidió en que si un funcionario acepta un obsequio, como una casa, queda claro que la prioridad no es el bien público y que “su ética es muy flexible”.

Parece que el tráfico de influencias no le incomoda a nadie, y esto ha sido durante mucho tiempo. Yo recuerdo que Juan Camilo Mouriño firmaba como contratista y asesor en materia de energía para Felipe Calderón. Después tuvimos un secretario de Energía contratista de Pemex también en el sexenio pasado y parece que no les preocupa”, abundó.

A continuación la #MesaDeAnálisis completa:

 




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