Lucía Rivera está de enhorabuena. La hija de Blanca Romero y Cayetano Rivera lanza este 22 de marzo su libro, ‘Nada es lo que parece‘. Un proyecto autobiográfico en el que la joven, que compagina su trabajo como modelo con sus colaboraciones en ‘La Vanguardia’, se abre en canal sobre algunos de los momentos más complicados de su vida.
En ese sentido, uno de los aspectos que la modelo de 24 años aborda tiene que ver con sus relaciones sentimentales y, en concreto, con las relaciones tóxicas que experimentó durante la adolescencia, con algunas declaraciones verdaderamente impactantes que ya han trascendido. “Los abusos psicológicos que sufrí en mi primera relación acabaron siendo físicos en la segunda”, llega a asegurar.
Lucía Rivera lanza su primer libro este 22 de marzo.
Lucía Rivera se sincera sobre el maltrato que sufrió en dos relaciones pasadas
En su libro, la hija de la actriz explica que su primera relación, que tuvo con un chico mayor, terminó mal. Las cosas, revela, se torcieron cuando ella besó a otro chico en una fiesta con sus amigas: “Para ser perdonada, me puso unas condiciones inalcanzables, pero yo las asumí, aunque me ahogué al querer cumplirlas”.
Entre esas condiciones estaban cederle el control de sus dispositivos y dejar de salir con sus amistades, además de comunicarle en todo momento dónde estaba y qué hacía. La situación empeoró cuando intentó rebelarse, pero lo que seguramente no esperaba era lo que vendría después.
Y es que tras poner fin a esa relación, la modelo volvió a enamorarse, sin saber lo que se le venía encima: “Los abusos -psicológicos- que sufrí en mi primera relación acabaron siendo físicos en la segunda. Ahora que me paro a pensarlo, reconozco que fui la víctima perfecta, casi hecha a medida, una niña con muchos abusos interiorizados, los celos posesivos, los insultos y los refuerzos intermitentes“.
Lucía Rivera se sincera sobre el maltrato que sufrió en dos relaciones pasadas.
“Él sabía muy bien cómo, dónde y con qué intensidad golpear”
La hija del diestro explica también cómo, ante esa situación, intentaba excusar a su pareja de todo lo que hacía y se culpabilizaba a sí misma. “Siempre le defendí, no sé por qué, aseguro que sentía verdadera admiración por él”, confiesa en ‘Nada es lo que parece’.
Además, la joven es muy explícita y detalla algunos ejemplos del infierno que vivió. “Él sabía muy bien cómo, dónde y con qué intensidad golpear. Recuerdo sus ojos, fuera de sus órbitas, ensangrentados con rabia, y el ceño fruncido mirándome fijamente mientras exclamaba todo tipo de amenazas y me agarraba el cuello contra la pared“.
“Sentía una especie de muerte dentro de mí, tenía moratones hasta en las orejas, y no, nunca se me pasó por la cabeza tomar medidas legales. No lo hice por miedo”, confiesa.
La modelo Lucía Rivera.
De nuevo, relata Lucía en su libro, esta persona hizo que se sintiera culpable, a pesar de estar siendo maltratada. “Incluso sentía que los merecía [los golpes]”, asegura, además de describir cómo se fue haciendo pequeña hasta sentirse “inexistente“.
Fue gracias a su madre que logró salir de esa situación y fue entonces cuando se marchó a vivir con ella a Madrid, donde comenzó en el mundo de la moda. Ahora, todo aquello ha quedado atrás, pero con su testimonio, la modelo espera poder ayudar a jóvenes que atraviesen la misma situación.