El periodista Luis Enrique Ramírez no fue asesinado por su labor periodística, aseguró la Fiscalía General del Estado de Sinaloa e informó que se tienen identificados a los presuntos responsables así como el móvil del crimen, ocurrido a inicios de mayo en Culiacán.
Así lo dio a conocer este lunes la fiscal Sara Bruna Quiñónez Estrada, quien detalló que el ejercicio profesional de Ramírez fue una de las líneas de investigación. Sin embargo, dijo que al final de las indagatorias, la del trabajo periodístico fue una de las líneas que “se fueron quedando atrás luego de analizar y evaluar los datos de prueba que se tienen”.
“Descartando que en la privación de su vida haya tenido que ver su actividad de periodista, siendo otras las razones por las cuales se privó de la libertad primero, y de su vida después. Se ha establecido el móvil del hecho, la cronología y la modalidad concurrida, así como la identidad de los responsables”, apuntó.
Mediante un comunicado, la fiscal Quiñonez señaló que se tiene esclarecido el hecho, pero por el momento no se darán más detalles “por así convenir a los fines del proceso”, por lo que pidió comprensión y cooperación para preservar la secrecía de los datos claves del caso.
La fiscal se comprometió a que una vez que se pueda dar a conocer toda la información sin que se afecte el debido proceso, “se explicarán las dudas que esto les represente, donde lo importante es obtener los resultados positivos que todos esperan”.
En ese sentido, la fiscal aclaró que “si bien hay presión social para que este caso tenga ya a los responsables ante la justicia, es necesario observar con pulcritud todos y cada uno de los pasos legales, orientados a que, quienes resulten señalados puedan ser presentados ante el juez penal”.
El cuerpo de Luis Enrique Ramírez fue localizado la mañana del jueves 5 de mayo en un camino de terracería que va de la carretera México 15 a la colonia el Ranchito, en Culiacán, Sinaloa.
El 12 de mayo, el subsecretario de Seguridad y Protección Ciudadana federal, Ricardo Mejía Berdeja, reportó que comunicador murió por traumatismo craneoencefálico y su cuerpo presentaba un disparo en la pierna .
Mejía explicó que, de acuerdo con la información con la que se contaba hasta ese momento, no había ningún elemento que hiciera presumir que este homicidio estuviera vinculado a su actividad de carácter periodístico.
El 20 de mayo, la secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana, Rosa Icela Rodríguez, anunció que ya se conocía el móvil del asesinato, pero no se podía revelar “por la propia secrecía (de la investigación) y el cuidado del proceso”.
“Se está en espera de cumplimentar las órdenes de aprehensión pero no habrá impunidad en este caso”, declaró Rodríguez, durante la conferencia de prensa del presidente López Obrador, celebrada en el municipio sonorense de Cajeme, Sonora.
La funcionaria federal aseguró entonces que ya estaban muy avanzadas las indagatorias. “Ya está definido quiénes son las personas, ya hay órdenes de aprehensión, y se están siguiendo las investigaciones para dar con ellos”.
El 27 de mayo, el gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, dijo que el asesinato del periodista estaba está “prácticamente resuelto”, ya que se cuenta con un móvil y se identificaron a los posibles autores, por lo que anticipó que “en horas o en días” se daría con los responsables.
En el mismo sentido se pronunció el presidente Andrés Manuel López Obrador, quien dijo que “ya está por saberse la verdad” sobre el crimen. Sin embargo, pidió paciencia para que las autoridades logren cerrar el caso sin cometer errores en el debido proceso.
Durante su conferencia de prensa mañanera celebrada en el municipio de Culiacán, aseguró que, al igual que en otros casos de homicidios de periodistas, se está actuando con responsabilidad para que no prevalezca la impunidad.
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