Luis Fernández: “Los españoles me dijeron de todo en la final del 84”


Respira fútbol. Le sale a borbotones. Habla como jugaba, con determinación y convencimiento. A toda velocidad, como cuando presionaba por todo el campo en sus buenos tiempos de centrocampista. A Luis Miguel Fernández Toledo (Tarifa, Cádiz, 62 años) cada vez que se disputa un España-Francia, o viceversa, el corazón le da un vuelco. Se le amontonan los sentimientos. A los seis años su madre y sus cinco hermanos abandonaron su residencia gaditana para instalarse en Venissieux, a las afueras de Lyon. Allí comenzó a jugar al fútbol con ficha de extranjero hasta acabar disputando, durante una década (1982-92), 60 partidos con la selección francesa. Después se hizo entrenador y ahora le gustaría volver a los banquillos.

Pregunta. Otro España-Francia y los recuerdos vuelven a centrifugar en su cabeza.

Respuesta. Es algo natural. Yo nací en Tarifa, pero Francia me abrió sus brazos, a mí y a mi familia, cuando no tenía ni seis años. He hecho carrera aquí, vivo aquí, y cada vez que defendía la camiseta de este país me entregaba con honestidad y profesionalidad como estaba obligado a hacer. Tampoco olvido el cariño que me dan cada vez que voy por mi tierra y no olvido mis etapas de entrenador en el Athletic, Espanyol y Betis, aunque esta fuera más corta.

P. ¿Le gustó el jueves Francia?

R. En la primera parte estuvo fuera del partido y en la segunda tuvo una buena reacción, la que se esperaba, porque la primera no era normal de un equipo como este. Salió con mejor actitud, motivación, con una buena presión, a no dejar a los belgas dominar el partido como lo habían hecho hasta entonces y remontó bien.

P. La variante de los tres centrales (Koundé-Varane-Lucas) se ha vuelto a poner de moda y Deschamps tira de ella.

R. Todos los entrenadores cambian de sistema, de animación. Ya lo había probado anteriormente y no le había funcionado bien. Lo está intentando otra vez porque piensa que jugando de esta forma puede llegar a la victoria, que es de lo que se trata. Le salió bien si consideramos que los tres centrales llevan consigo dos laterales muy largos y el gol del triunfo llegó en una jugada y centro del derecho Pavard y un remate al otro lado del área del izquierdo, Theo Hernández. Con cuatro defensas los laterales no tienen el mismo recorrido y con tres, por sus características, estos laterales aportan mucho en ataque. Los sistemas, cuando ganas tienes razón y cuando pierdes, no tienes razón.

P. Como entrenador, ¿qué le parece esa posición preponderante de Griezmann por detrás de Benzema y Mbappé y con libertad para jugar por todo el campo?

R. Me parece que es su sitio. El lugar donde se puede reencontrar, volver a ser el jugador que demostró ser en el Atlético en su primera etapa. Le va bien el 1-4-2-3-1, jugar por detrás de los delanteros. Se le ve cómodo ahí. En el Barça jugó más por las bandas y no estaba tan a gusto. Nunca le faltó actitud, pero no encontraba el rendimiento que había tenido hasta entonces, haciendo goles y dando pases de gol con el Atlético. Ahora ha vuelto y está más contento. Creo que está disfrutando otra vez del fútbol y además jugar con Benzema y Mbappé le da más confianza.

P. Parece el jefe del ataque, todo pasa por él…

R. No, el jefe del ataque es Benzema. Es quien tiene más experiencia, más influencia. Tiene la experiencia del jugador que ya ha triunfado y que sigue triunfando. Karim lleva el mando en esas maniobras. Marca diferencias con el balón en los pies y también sin él. Como hace ahora en el Madrid. Juega él y además coloca a los compañeros. Está en su plenitud.

P. Benzema y Mbappé se entienden como si llevaran años jugando juntos.

R. Claro, son dos jugadores de un nivel altísimo. El jueves estábamos todos muy pendientes de Mbappé después de sus declaraciones y las de la madre sobre su futuro. No sabíamos cómo iba a reaccionar sobre el terreno de juego. Queríamos ver su actitud y fue buena, determinante, marcó diferencias y se le notó feliz de jugar con Benzema y Griezmann.

P. Como centrocampista que era, ¿echó de menos a Kanté?

R. Seguro. Cuando no está se nota. Con él, el equipo está mejor, más seguro. Se echó en falta su presión, su recuperación, su omnipresencia por todo el centro del campo. Ojalá vuelva rápidamente. Pogba necesita a alguien que esté a su lado, que trabaje, que muerda, que recupere. Rabiot es buen jugador, pero me gusta más Kanté. Francia con Kanté es otra.

P. También vería a España…

R. Sí, claro. Me gustó mucho. Jugó de maravilla. Un partido de gran intensidad, de mucha calidad. Jugó sin complejos ante una Italia que llevaba 37 partidos sin perder. Creo que España se reencontró con su fútbol de siempre y hacía tiempo que no practicaba. Me gustó mucho Gavi y siempre Busquets. Hacía tiempo que no le veía jugar a ese nivel. Se impuso en el centro del campo, sacó bien la pelota, llegó al área. Estoy contento por Luis Enrique, que le está dando al equipo esa mentalidad y actitud que como entrenador siempre ha tenido.

P. ¿Conocía a Gavi?

R. No. Le había visto unos minutos en el Barcelona, pero contra Italia le vi un chaval con carácter, con personalidad, con calidad, con buena actitud, la que a mí me gusta. Se le vio sin complejos. Recuperó, presionó. Con el balón intentaba jugar siempre. Jugar con esa tranquilidad y, facilidad no es fácil cuando se debuta. Ha ganado muchos puntos en ese partido. Marcó diferencias y puede ser el jugador que le dé al Barça una nueva actitud, más continuidad al lado de Busquets.

P. Otra final España-Francia 27 años después.

R. La veo igualada. Por su estilo, por lo que se vio de España, lo normal es que tenga la posesión y Francia si juega como en la segunda parte puede hacer daño a España con su presión y llegadas.

P. ¿Qué recuerda de la final de la Eurocopa del 84 (Francia ganó 2-0)?

R. Que lo pasé muy mal. Tuve enfrente jugadores que me estuvieron… ¿cómo decirlo? Picando, metiéndose conmigo porque era español y estaba jugando con Francia. Parecían no entender que yo tenía que entregarme y ser honesto con un país que me había permitido ser futbolista. Me decían de todo, pero no lo quiero comentar más. Los he visto después, hablamos y todo está olvidado… Yo dentro del campo tampoco era un niño. Tenía mi fuerza y carácter y por eso podía entender que me pusieran las condiciones difíciles para jugar. Ganamos, pero nos costó mucho. Estábamos en casa, pero España plantó cara.

P. Sería Camacho, que era el veterano, para meterle presión…

R. Fueron todos, porque todos pasaban a mi lado y me decían algo: hablando, picando. Ese día estuve bien porque quería hacer valer que Francia no se había equivocado conmigo. Jugar con Giresse, Tigana y Platini tenía sus exigencias, tenía que hacer mi trabajo y no me molestaba correr, pelear, recuperar, dar y llegar. Estaba contento con ese puesto y orgulloso de demostrar a los españoles que tenía capacidad para jugar al fútbol. En la tribuna del Parque de los Príncipes estaban mi madre, mis hermanos, toda la familia, y esa era mi afición, mi estadio. Quería demostrar más que nunca que los franceses no se habían equivocado al darme la nacionalidad.

P. La realidad es que usted nunca perdió contra España. Marcó seis goles con la selección y dos fueron contra la Roja.

R. Jugué cinco veces, gané cuatro y empaté una. Y esos dos goles fueron en un amistoso en Burdeos (2-1) en el 88 y otro en el campo del Betis con Platini de seleccionador en la clasificación de la Eurocopa 92. Ganamos 1-2.

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