(RFI).- Loro Piana, especializada en las mejores fibras naturales, es una de las máquinas de hacer dinero del imperio LVMH, gracias en parte a sus suéteres de lana de vicuña. Este animal salvaje que vive en las mesetas andinas tiene un vellón famoso por ser muy cálido, muy sedoso, muy raro y, por tanto, muy caro.
LVMH es un conglomerado de marcas de lujo como: Louis Vuitton, Fendi, Hublot, Moët & Chandon, Dom Pérignon, TAG Heuer, entre otras.
Pero los campesinos que la esquilan cada año no se benefician de ello. Por la materia prima de una de estas prendas que se vende por unos 9 mil euros, sólo reciben 260 euros, según un informe de Bloomberg. Y fue este informe el que desató la indignación de Robert García. El demócrata californiano de origen peruano exige una explicación por escrito a la dirección de la marca italiana.
La defensa de Loro Piana
En una primera carta, los directivos argumentaban que Lora Piana ya estaba haciendo mucho por la región. Antoine Arnault y el director ejecutivo de la marca reiteraron la información disponible en la página web, en la que se afirmaba que Loro Piana había construido balsas de riego para combatir la sequía.
Esta consecuencia del cambio climático tuvo como principal inconveniente la dispersión de las vicuñas. Porque en esta narrativa salpicada de magníficas tomas de rebaños de vicuñas, el animal de pelaje dorado y grandes ojos de cierva eclipsa ampliamente a los campesinos andinos. Esta carta es la única reacción al informe.
Un comercio que supuestamente sólo beneficia a los indígenas
Se suponía que el comercio de la lana de esta especie protegida sólo beneficiaría a la población local. Así lo estipula un tratado internacional. Y a partir de 1994, el pueblo de Lucanas, que visitaron nuestros colegas de Bloomberg, fue el primero en beneficiarse, vendiendo toda la lana que cosechaba a Loro Piana.
Pero mientras Bernard Arnault, patrón de LVMH, se ha convertido en el hombre más rico del mundo, ellos siguen siendo muy pobres: el 40% vive por debajo del umbral de la pobreza. Su situación no ha mejorado en treinta años. Los más jóvenes se marchan a probar suerte en las minas de oro, y los más viejos, como una de las mujeres entrevistadas, se ven obligados ahora a esquilar vicuñas de forma voluntaria, porque el precio que se paga al pueblo ha ido cayendo desde que LVMH compró la marca en 2013.
El esquileo de los nativos debe competir incluso con el realizado por Loro Piana en su propia hacienda, en las 2 mil hectáreas compradas en la región con la complicidad de un antiguo miembro del equipo del presidente Fujimori. La protección de la vicuña ha provocado un aumento del rebaño, en gran beneficio del actual propietario de la marca, LVMH. Porque baja los precios. En las redes se insta ahora a LVMH a poner fin a esta explotación y a pagar el precio justo por la lana. Una piedrecita en los zapatos Berluti de la familia Arnault.
🦙 Por 30 años, comunidades indígenas en los Andes del Perú han suministrado fibra de vicuña, la más fina del mundo, a la empresa Loro Piana. Sin embargo, sus vidas no han mejorado casi nada. ¿Qué hay tras la cadena de suministro secreta de lujo de Perú? https://t.co/Cb5KMIx7Wz pic.twitter.com/vTdLKHtWtX
— Bloomberg en Español (@BBGenEspanol) March 18, 2024