La periodista y escritora mexicana Lydia Cacho anima a sus estudiantes a embarcarse en el periodismo de investigación “a pesar de la precariedad” y denuncia los ataques al gremio que “a veces son más sutiles y otras más evidentes”.
En una entrevista con la agencia EFE en la Casa de México de Madrid, donde esta semana participó en el II encuentro de creadores iberoamericanos Con Acento, la prestigiosa periodista pide a los medios apostar más por la investigación, así como mirar a temas de medio ambiente y migraciones.
“Son dos de los grandes temas”, asegura Cacho (Ciudad de México, 1963) , quien aboga por “explicar los orígenes” de estos eventos para que la población pueda entender los motivos de los movimientos migratorios.
Lamenta que los países latinoamericanos estén “criminalizando” a los migrantes, quienes huyen de “la pobreza y la violencia”.
“Hay que entender y explicar a las sociedades el origen de estas migraciones, que tienen que ver con la violencia de estado y la transnacional y la pobreza extrema que es otra violencia estructural”, apunta la mexicana activista contra los feminicidios en su país, donde fundó el Centro Integral de Atención a las Mujeres CIAM Cancún A.C.
A su vez, insiste en que los medios de comunicación deben también centrar parte de sus coberturas en el medio ambiente: “Todas la políticas medioambientales que América Latina ha ignorado sistemáticamente, incluso México que ha firmado los tratados y no los ha cumplido”.
La mexicana, autora de “Los demonios del Edén” (2004), en el que denunciaba a la mafia de la pederastia en México y la explotación comercial del sexo con menores, analiza el estado de la profesión periodística en el mundo y en concreto la de México, “el país sin conflicto o invasión más peligroso del mundo” para ejercer este trabajo.
A raíz de este libro en 2005 fue secuestrada por la policía y torturada durante 48 horas, hasta ser liberada después de pagar una fianza de casi 4.000 dólares en efectivo.
A su juicio, los peligros que enfrenta un periodista en su país tiene que ver no solo con la violencia estructural del país, sino con la calidad de los trabajos de investigación que allí se llevan a cabo.
“Si en otros países se hiciera un trabajo de periodismo de investigación del calibre del que se está haciendo en México, con una revisión de los abusos de poder, los orígenes de la corrupción y la impunidad, la violencia sería mayor”, opina.
A esa violencia, Cacho añade “la impunidad del más del 90 % que hay de todos los delitos, no solo contra los periodistas”, que “genera un círculo interminable”.
Pese a ello, anima a los periodistas actuales y los futuros “a seguir peleando” y en concreto a las mujeres que quieren desarrollar la profesión “con perspectiva de género y de defensa de los derechos humanos”.
“Todas las historias están por contar, hay millones de mujeres que hacen cosas súper interesantes en el mundo, esas son las historias que hay que contar, cómo las mujeres hemos logrado transformar las dinámicas sociales en todo el mundo”, asume.
La periodista no ve atisbo de mejora en el futuro del periodismo mexicano y recuerda también que el presidente, Andrés Manuel López Obrador, “descalifica” a periodistas “con nombres y apellidos” de manera diaria.
“La descalificación directa del periodista, cuando viene desde el poder es mucho más dañino, es brutal que cada mañana (López Obrador) se ponga frente al micrófono y dedique 15 minutos desde el máximo poder de un país para desacreditar con nombre y apellido a un periodista”, critica.
A su juicio, estos señalamientos son “de una perversidad monumental porque te arrebatan tu credibilidad”: “Hay personas que se lo creen y otras que no, pero es un ataque muy preciso utilizando el aparato del Estado como herramienta de venganza por decir la verdad”. EFE
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