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Maduro asegura que está dispuesto a reunirse con Juan Guaidó bajo la supervisión de la UE y Noruega

Nicolás Maduro en una jornada de trabajo, en Caracas.
Nicolás Maduro en una jornada de trabajo, en Caracas.Prensa de Miraflores / Prensa de Miraflores/EFE

El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ha sorprendido a propios y extraños este miércoles al anunciar que estaría dispuesto a reunirse con el líder de la oposición, Juan Guaidó, quien se proclamó presidente de interino de Venezuela en 2019 y “con toda la oposición” para buscar una salida negociada a la crisis de Venezuela, siempre bajo la supervisión de la Unión Europea, Noruega, país que ha tratado de mediar en anteriores ocasiones y el Grupo de Contacto, que integran diversos países europeos, entre ellos España y latinoamericanos, como Argentina.

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Las declaraciones del mandatario venezolano no llegan por casualidad. Desde hace semanas, el chavismo ha hecho concesiones a demandas opositoras en materia de derechos humanos, crisis humanitaria y transparencia en la elección del árbitro electoral, para ver si la comunidad internacional aligera la presión de las sanciones que pesan sobre Venezuela. Las afirmaciones de Maduro se producen, además, un día después de que Guaidó planteara un nuevo cronograma para salir de la crisis a cambio de rebajar las sanciones, que, en última instancia, no dependen de él. Maduro no evitó el tono de burla en su alocución. “Ahora Guaidó se quiere sentar conmigo a dialogar. ¿Será que le dieron una orden del norte? ¿Qué trampa traerá?. Se acabó Guaidó, eres otro líder opositor más, no eres presidente, te toca hablar con Maduro. Estoy de acuerdo, con la ayuda del gobierno de Noruega, la Unión Europea, el Grupo de Contacto, cuando quieran, como quieran, donde quieran, para reunirme con toda la oposición.”

Las afirmaciones de Maduro han ido expandiendo una sensación general de sorpresa que había estado reprimida en estos días. Los sectores radicales de la oposición, liderados por María Corina Machado, han alertado que esta es una nueva maniobra de Maduro para afianzarse en el poder, controlar daños en torno a las gravísimas acusaciones en su contra y ganar tiempo. Poco antes, el mandatario venezolano había comentado que el país iba encaminado a unas elecciones de gobernadores y alcaldes, que se prevé celebrarán el 14 de noviembre.

Aunque es innegable que estos anuncios han alegrado a mucha gente y han hecho a muchos escépticos recobrar el interés en la política nacional, la oposición parece tener claro que Maduro hace estas concesiones desde la fuerza, a partir del control del poder, y tiene una expectativa moderada en torno al verdadero interés de Maduro en acordar un camino hacia una posible transición. Maduro acumula una importante cantidad de frentes que no puede resolver, y está paralizado por las sanciones internacionales. En el contexto de este repliegue queda incluido un proyecto de ley en la Asamblea Nacional en el cual se organiza la devolución de más de 100 activos empresariales expropiados a sus dueños originales.

“No vamos a una mesa de negociaciones a hablar de las elecciones de gobernadores”, ha declarado Delsa Solórzano, del partido Encuentro Ciudadano, cercano a Guaidó. “Vamos a trabajar para diseñar un acuerdo que nos permita abordar la emergencia nacional y fundamentar una transición política en el futuro”. Freddy Guevara, de Voluntad Popular, uno de los responsables de la estrategia opositora, reconoció que ha sostenido conversaciones con el diputado Francisco Torrealba, exministro y miembro de la dirección nacional del Partido Socialista de Venezuela, enviado por Maduro para comenzar a intercambiar puntos de vista y objetivos de forma preliminar en el marco de una negociación política.

Mientras, Diosdado Cabello, uno de los hombres fuertes del chavismo, ha declarado poco después de las afirmaciones de Maduro, en su programa de televisión: “A mis hermanos chavistas, les digo: nosotros no vamos a negociar nada que vaya en contra de la Revolución Bolivariana. En la Constitución queda establecido que la próxima elección presidencial es en 2024. Los principios no se negocian”.

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