El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, firmó este lunes que espera que la reunión con el mandatario de Guyana, Irfaan Ali, en San Vicente y las Granadinas, sea un “punto de partida” para la vuelta al diálogo entre ambos países, que se encuentran enfrentados por el Esiquibo, territorio controlado por Georgetown pero que Caracas reclama como propio.
“Doy la bienvenida a las conversaciones directas y cara a cara. Siempre ha sido mi propuesta, porque creo en el diálogo, la conversación sincera, el entendimiento y la convivencia pacífica entre pueblos y naciones”, señaló Maduro en su perfil de la red social X, antes Twitter, en una publicación en la que adjunto una carta remitida al primer ministro sanvicentino, Ralph Gonsalves.
En la misiva, Maduro señaló que “en los últimos años” las relaciones bilaterales se han visto “perturbadas” por “una serie de acciones contrarias al espíritu del propio Acuerdo de Ginebra“, que reconoce el Esequibo como territorio en disputa. “Acudiré al próximo encuentro con el mandato que me ha dado el pueblo venezolano, que transparentemente votó en un referéndum convocado por la Asamblea Nacional, que establece claramente los próximos pasos políticos y diplomáticos, siempre bajo el amparo del Derecho Internacional”, afirmó.
Acojo con beneplácito el diálogo directo, cara a cara, ha sido mi propuesta siempre, porque creo en el diálogo, la conversación sincera, el entendimiento y la convivencia pacífica entre los pueblos y las naciones. Acudiré a la cita por un mandato de mi pueblo. ¡Venezuela Vencerá! pic.twitter.com/0U5ZPBAJE0
— Nicolás Maduro (@NicolasMaduro) December 11, 2023
En este sentido, considera que el encuentro es una oportunidad para “aclarar” los “elementos que han empeorado la disputa en los últimos años”, al tiempo que rechazó la “imposición unilateral” de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) y la actitud arrogante e ilegal de la transnacional petrolífera estadounidense Exxon Mobil, que ha sido la beneficiaria de las concesiones petrolíferas en un área marítima que no está delimitada por el momento, lo que constituye una flagrante violación del Derecho Internacional”.
“Espero que estos encuentros de alto nivel nos permitan abordar las principales amenazas a la paz y la estabilidad de nuestros países, particularmente la injerencia del Mando Sur de Estados Unidos, que ha comenzado operaciones en el territorio en disputa, contrariamente a nuestra intención de mantener Latinoamérica y el Caribe como zonas de paz, libres de conflicto, sin interferencia de otros intereses extranjeros en la región“, manifestó.
El ministro de Exteriores venezolano, Yvan Gil, indicó que el ejecutivo participará “con expectativa, alegría y ánimos de paz” en esta reunión promovida por Brasil y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe tras la escalada de las tensiones entre los países. Así, reiteró en una rueda de prensa que su objetivo es “bajar la agresividad del discurso de Guyana”.
Por su parte, la vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez, anunció la instalación de la Alta Comisión para la defensa de la Guayana Esequiba, de la que será coordinadora y que “tendrá como objetivo estratégico un proceso de amplias consultas para consolidar el mandato que el pueblo venezolano expresó” el 3 de diciembre en el referéndum en el que se votó la anexión del territorio.
El ministro de Defensa brasileño, José Mucio, afirmó en tanto que Brasil no se involucrará en un posible conflicto ni permitirá que tropas venezolanas atraviesen su territorio para llegar al país vecino. El tema lo está manejando la diplomacia y el refuerzo militar en la frontera se ha acelerado por el contexto, pero, según ha señalado, ya estaba en mente “para evitar problemas“, según recoge la emisora brasileña Jovem Pan.
El conflicto territorial se remonta al siglo XIX, cuando un fallo de 1899, defendido desde Georgetown, estipulaba que Venezuela renunciaba al Esequibo, aunque más tarde se retractó de ello. Por su parte, Caracas se apoya en el Acuerdo de Ginebra de 1966 firmado entre Reino Unido (antigua potencia colonial de Guyana) y Venezuela, en el que reconocían al Esequibo como un territorio en disputa.