El profesor Enrique Mandujano Sandoval, quien fue separado de su cargo directivo en la Escuela de Periodismo Carlos Septién García tras ser acusado de acoso sexual por parte del movimiento #MeToo, anunció que acudirá a los tribunales y presentará las debidas pruebas para mostrar su inocencia.
El maestro Enrique Mandujano se defendió de las acusaciones de acoso que hizo públicas la alumna Priscila Alvarado, por las cuales la dirección de la Escuela de Periodismo Carlos Septién García decidió separarlo del cargo como director académico.
En conferencia de prensa este domingo -a donde acudieron compañeros de Priscila en su apoyo- el profesor dio lectura de algunos de los mensajes que le envió la estudiante a través de Facebook, algunos “en estado inconveniente”.
Sobre la acusación de que él le dio un beso en su oficina, respondió que “fue algo consensuado. Ella llegó a la oficina, subió por los libros, ella dijo: voy a subir a tu oficina, también está el mensaje, nos abrazamos y fue un beso en la mejilla, no hubo más”.
-¿Usted la acosó?
-No
Y adelantó que presentará una demanda la próxima semana. El maestro también pidió a la Escuela que rectifique su decisión de separarlo del cargo.
El profesor entregó a los medios copias de los diálogos que había mantenido con la estudiante Priscila Alvarado desde el año 2016.
Aseguró que a lo largo de estos años la relación había sido amena, en el entendido que se trataba de un diálogo entre dos personas adultas, ya que aseguró, la joven ya es mayor de edad.
Sin embargo, en días recientes recibió acusaciones de presuntos actos de acoso, hostigamiento y violencia sexual, por lo que el pasado 4 de abril, las autoridades de esta casa de estudios tomaron la decisión de separarlo del cargo.
Lo anterior, es en el demérito de su imagen pública y trayectoria profesional, la cual ha ejercido a lo largo de 27 años en los que también ha trabajado en los periódicos Novedades Editores y La Jornada, además de ejercer como docente durante 15 años en la Escuela de Periodismo Carlos Septién García.
En parte de estos mensajes, la joven confesaba que siempre que se emborrachaba le enviaba mensajes, muchos de los cuales eran en tono romántico.
Incluso destacó los mensajes en los que la joven aseguraba haber abandonado el tratamiento psiquiátrico que había seguido durante dos años y en el que había recibido inyecciones, cada 15 días, así como medicamentos para la depresión, mala memoria o falta de retención.
Aclaró que la separación del cargo no es propiamente un despido, porque no ha sido notificado de ello, y dijo que solicitará a las autoridades de la escuela entablar un diálogo para que rectifiquen su decisión de separarlo del cargo.
Reconoció la importancia de campañas como #MeToo para defender los derechos y denunciar; sin embargo, consideró que resulta bajo que se apoye en estas acciones para situaciones de venganza personal que derivan en la destrucción de una imagen pública.
A lo largo de toda la sesión, una decena de estudiantes con pancartas acudieron al lugar y en más de una ocasión trataron de reventar la conferencia de prensa, lanzando acusaciones contra el maestro.
Tras la conferencia de Mandujano, con la voz quebradiza y entre llanto, Priscila Alvarado hizo lectura a una carta, en tono de poema, sobre la situación que estaba viviendo tras estos hechos, y señaló que no odiaba al profesor, pero debido a estos hechos su vida había quedado destrozada.
En entrevista con medios, Priscila reconoció que el primer acercamiento con Mandujano se dio por medio de Facebook, al enviarle mensajes y ella se los respondía por cortesía: “no se fuera a enojar, no quería que me afectara”, por tratarse del director académico:
(Con información de Ntmx)