El derretimiento de los glaciares como consecuencia de la crisis climática podría sumergir hasta al 40 % del territorio de la península de Yucatán, 30% de Cancún y otros poblados a nivel del mar, advirtió Carlos Manuel Burelo, investigador de la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco (UJAT).
El biólogo de la UJAT, que realiza su investigación en los manglares del río San Pedro, entre la frontera de Tabasco con Guatemala, expuso que hace 125 mil años los polos se derritieron y subió el nivel del mar a causa del calentamiento de la Tierra, proceso que podría repetirse. De ser el caso, ciudades como Villahermosa, Cancún y Mérida quedarían inundadas.
De esta manera, calificó este proceso como “una catástrofe” que alcanzaría a México, por lo que insistió en la protección y conservación de manglares y humedales, que son la primera señal de “evidencia y aviso” en un proceso cíclico.
Reservas de agua en peligro
El las últimas cinco décadas los humedales del río San Pedro Mártir perdieron una buena parte de su territorio. Los ambientalistas de la zona afirman que la afectación fue causada por el Plan Balancán-Tenosique, un proyecto de desarrollo agrícola que devastó 200 mil hectáreas de selva para convertirlas en zonas de producción de granos.
Actualmente, el biólogo encabeza un proyecto colaborativo entre la UJAT y empresas privadas para crear viveros comunitarios que ayuden a reforestar y restaurar manglares y humedales. A 250 kilómetros de Balancán, en el municipio de Comalcalco, se encuentra Cinco Lagunas, en donde su población participa en tareas de vigilancia, conservación y reforestación desde el 2015.
En este lugar, los pescadores reutilizan y aprovechan los desechos del mangle para elaborar carbón, actividad que es permitida por las autoridades ambientales mexicanas. Por otro lado, desde hace seis años celebran “el festival del mangle y los humedales”, un concurso de embarcaciones alegóricas que busca homenajear al ecosistema para promover su conservación y mitigar la crisis climática.
Manglares y humedales protegidos por la comunidad
José de la Cruz, presidente del consejo de vigilancia de Cinco Lagunas, explicó que después de seis días de cocción del carbón vegetal y enfriamiento, los pescadores obtienen seis toneladas del producto, que beneficia a 50 familias.
“Al tiempo que se hace una limpieza de un área se vuelve a reforestar, ese es el trabajo que nosotros llevamos”, indicó a EFE.
Úrsulo Galván, una comunidad del sureste de México que fue destruida por un gran incendio hace 50 años, se organizó para revivir los manglares del municipio de Jalpa de Méndez.
En la localidad de Lázaro Cárdenas, también quemada, la actividad petrolera contribuyó a la degradación del ecosistema. Los habitantes de este lugar, así como ambientalistas, investigadores y estudiantes limpiaron los canales, ríos y lagunas de la zona. Hoy recolectan semillas y hacen recorridos para vigilar la tala clandestina y los incendios, además de monitorear plagas, reforestar humedales y tomar muestras en diversos sitios.
Esta comunidad implementó un vivero y ha logrado restaurar 550 hectáreas de mangle rojo, blanco y negro, lo cual ha permitido el regreso de venados, tigrillos, armadillos y el tepezcuintle al ecosistema.
“En nuestra comunidad todos nos conocemos y hacemos una ardua labor, nos capacitamos y tenemos dos cooperativas pesqueras. A todos se les ha metido el chip de que no podemos destruir nuestros manglares”, dijo Josué Selván Pérez, presidente del comisariado Úrsulo Galván.
Source link