La pandemia ha acelerado la transformación, lo que afecta también al futuro previsto para los robots: con la ayuda de una mejor conectividad, surgirán máquinas con funciones diferentes a las que conocemos hoy. El 80% de los participantes en el estudio del Ericsson Consumer&Industry Lab sobre las 10 tendencias de consumo más populares, prevé que aparezcan bots explicativos capaces de predecir la gestión financiera y asesorar en las inversiones individuales; y un 78% no descarta que nazcan máquinas comunitarias con la finalidad de alertar al vecindario ante la presencia de intrusos.
“La idea de los bots comunitarios, por ejemplo, resalta el papel que las máquinas inteligentes podrían desempeñar en la prestación de servicios colectivos muy necesarios. En cuanto a los bots explicativos, supone que todos los dispositivos conectados sean capaces de explicar su función a los usuarios; mientras que los bots de sostenibilidad cubrirían una mayor necesidad de previsiones meteorológicas inteligentes localizadas en el futuro”, asegura Michael Björn, director de la Agenda de Investigación de Ericsson Consumer & Industry Lab y autor del informe.
El estudio de la multinacional sueca de telecomunicaciones, basado en las expectativas y predicciones de 50 millones de consumidores precursores en la adopción de nuevas tecnologías de 15 grandes ciudades, también encuentra otras áreas de expansión. Con un teletrabajo al alza, el 79% de los encuestados espera contar con altavoces inteligentes capaces de proyectar muros que cancelen el ruido alrededor del espacio destinado a la oficina en casa. Y hasta un 62% no duda que las propias máquinas crearán contenido por sí mismas, como videojuegos basados en las partidas de los jugadores.
Si las previsiones del estudio se cumplieran, unas máquinas cuidarían de nuestra salud, recomendando determinados ejercicios o avisando de que nuestra postura es incorrecta. También la televisión pondría directamente la programación que más se ajustara a nuestros intereses sin necesidad de que cogiéramos el mando. Incluso los propios vehículos autónomos tendrían la capacidad de explicar las decisiones que toman. “Lo que todos estos servicios tienen en común es que se basan en la comunicación inteligente entre dispositivos y, por lo tanto, dan aún más importancia al concepto de interconexión”, sostiene Björn.
Estandarización del 5G
Los avances en inteligencia artificial y la tecnología de comunicaciones móvil, así como la estandarización del 5G, permitirán que los robots se comuniquen de forma segura a través de las redes del futuro. “Cada uno de los roles previstos para las máquinas que presentamos en este informe podría considerarse un ámbito de servicio totalmente nuevo. Revela nuevas oportunidades para que los proveedores de servicios de 5G amplíen gradualmente las redes inteligentes” sugiere Björn.
La próxima década será la del internet de los sentidos, usar el cerebro como interfaz
Por último, y más centrado en los propios consumidores, el informe concluye que la próxima década será la del internet de los sentidos. Usar el cerebro como interfaz podría significar el fin de los teclados, ratones, etcétera. El usuario solo necesita pensar en los comandos y sucederán. Los teléfonos inteligentes hasta podrían funcionar sin pantallas táctiles.
Esta tendencia abre nuevas categorías de dispositivos con paradigmas de interacción completamente nuevos. Entre ellos, las expectativas más altas de los consumidores están en las gafas de realidad aumentada: seis de cada 10 participantes espera que solo con pensar en ver un mapa, este aparezca justo ante sus ojos. Es decir, podrían buscar rutas simplemente pensando en el destino.
QUÉ ES EL ERICSSON CONSUMER&INDUSTRY LAB
El Centro de Estudios de la multinacional de las telecomunicaciones fue creado para promover las investigaciones y la innovación en el desarrollo de negocios sostenibles. En la actualidad, analiza mediante diversos informes las expectativas de los consumidores, las industrias y la sociedad, a corto, medio y largo plazo, en todo lo que respecta a la conectividad, utilizando métodos científicos. El resultado es una visión realista de los mercados. Todos los proyectos se realizan a nivel mundial e incluyen colaboraciones con organizaciones industriales y universidades internacionales. Las investigaciones se apoyan en más de 100.000 encuestas cada año, en más de 40 países, lo que representa estadísticamente la opinión de alrededor de 1.100 millones de personas.
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