Cada día está un poco mejor. Asistido por médicos, psicólogos y su círculo íntimo, Diego Armando Maradona se recupera a las afueras de Buenos Aires de la operación de un edema cerebral y de un cuadro de abstinencia. Con 60 años recién cumplidos, la hospitalización de la mayor estrella del fútbol argentino a principios de noviembre puso en vilo al país y volvió a mostrar la devoción que despierta.
El hijo de Fidel Castro, Tony Castro, le ofreció reponerse en Cuba, a salvo de miradas indiscretas. También recibió una propuesta similar desde Venezuela. Pero el campeón del mundo en México 86 eligió por ahora una casa en un barrio privado de la localidad bonaerense del Tigre, unos 30 kilómetros al norte de la capital argentina. Su recuperación completa requerirá más de un mes, aunque Maradona se muestra optimista. “En unos 15 días ando por allá”, les dijo el martes a los jugadores del equipo que entrena, Gimnasia y Esgrima La Plata a través de su primera videollamada con ellos tras la operación. Preguntó por cada uno de los futbolistas y se interesó por la formación elegida por sus asistentes para el siguiente partido. “Está espléndido, lo vimos bárbaro. Nada que ver con la imagen que quedó el día de su cumpleaños. Estamos muy contentos”, le contó un integrante de la plantilla al diario Olé.
Su cumpleaños fue el 30 de octubre. Ese día, que coincidía con el regreso de la competición argentina de fútbol tras el paréntesis por la pandemia de covid-19, Maradona acudió al estadio de Gimnasia, pero no participó de la victoria de su equipo por 3-0 contra Patronato. Las cámaras mostraron a un hombre débil, con dificultades para caminar, que solo permaneció un par de minutos en el banco de suplentes y después volvió a su casa. A los tres días, fue ingresado por un supuesto bajón anímico tras una semana “complicada emocionalmente”, “de mucha presión”, según su médico personal, Leopoldo Duque. 24 horas más tarde, entraba en quirófano de urgencia para ser operado de un hematoma subdural. La intervención fue exitosa, pero su hospitalización se prolongó para tratar su adicción al alcohol y los ansiolíticos. “La abstinencia se debe al consumo de toda su vida. Vemos una reacción de sudoración, de ira, y la catalogamos como abstinencia. Por eso no quisimos dejarlo ir, insistimos”, declaró Luque a los médicos.
Maradona permaneció hospitalizado ocho días, durante los que decenas de seguidores se acercaron hasta la clínica Olivos para dejarle mensajes de aliento. Al recibir el alta, el ídolo argentino recibió aplausos y vítores de los presentes. “Diego está entero, está firme, hay Maradona para rato. Lo que hace falta ahora es una unión de la familia y estar rodeado de profesionales de la salud. Y con los médicos y la familia va a estar Diego como tiene que estar, que Diego tiene que estar feliz y le tenemos que devolver entre todos el cariño y la felicidad que nos dio”, destacó el abogado y agente de Maradona, Matías Morla, tras dejar atrás el momento crítico.
El Pelusa tiene cuidados de enfermería las 24 horas y está previsto que su médico se acerque a ver su evolución en los próximos días. La unión de la familia parece más complicada, dadas las constantes peleas filtradas por los medios. La última habría tenido como protagonistas a la mayor de las hijas del astro argentino, Dalma Maradona —fruto de su matrimonio con Claudia Villafañe— y a Jana Maradona, la cuarta de sus hijas, nacida de la relación extramatrimonial que mantuvo con Valeria Sabalaín en 1996. “A mí no me tocás”, le dijo Dalma a su hermanastra en la clínica cuando ésta la quiso abrazar al recibir la noticia del éxito de la operación, de acuerdo al conductor del programa televisivo Intrusos. “¿Por qué no vas más a visitar a papá en lugar de criticar?”, le respondió luego Jana a Dalma después de que la primogénita reclamase mayor atención con la medicación a los presentes. Jana Maradona comenzó a tener un vínculo con su padre en 2014, cuando tenía 18 años, pero es hoy una de las personas más cercanas a él. Durante la pandemia, se mudó con su padre, que permaneció prácticamente aislado por ser persona de riesgo.
“A sus 60 años, mi papá está intentando resolver todos sus conflictos. Diego Jr. también lo reconoció e intenta estar lo mayor posible con Dieguito Fernando. Llama a sus nietos. Lo intenta dentro de todo lo difícil que es ser Maradona, porque tampoco es una vida fácil”, declaró Jana en una entrevista para el documental por los 60 años de Maradona. “Evidentemente lo hace y le está saliendo bien porque están presentes todas las personas que tienen que estar. Aunque se siga equivocando, como todos, también está bueno resolver los errores y subsanar un poquito”. Su mejoría es visible para todos quienes le tienen cerca.
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