“Templo Mayor”, en Reforma:
“Mientras el mundo se cimbra por la invasión de Rusia a Ucrania, el gobierno mexicano se prepara para mandar como embajador a Moscú… ¡a un improvisado! Se trata de Eduardo Villegas Megías, que no tiene ninguna formación ni experiencia diplomática, pues estudió filosofía. Su cargo en el gobierno de la 4T es como coordinador de Memoria Histórica, al cual llegó gracias a su buena amistad con Beatriz Gutiérrez Müller. Con esas palancas, ¿quién necesita cartas credenciales?”.
“Bajo Reserva”, en El Universal:
“Una dura crítica se llevó ayer el presidente de la Cámara de Diputados, el morenista veracruzano Sergio Gutiérrez Luna. En la sesión ordinaria, la diputada Claudia Tello pidió la voz para preguntar: ‘¿Dónde se encuentra nuestro presidente? Ya que en la pasada Legislatura nuestra presidenta jamás faltó’. En respuesta, don Sergio publicó una fotografía en la que presumió que estaba comiendo hamburguesas con el ingeniero Carlos Slim y la senadora Olga Sánchez Cordero. Lo que llamó la atención, nos comentan, es que la legisladora que balconeó la ausencia de don Sergio no sólo es del mismo partido, sino es su paisana. Así las patadas bajo la mesa en el partido en el poder”.
“Trascendió”, en Milenio:
“La oportuna demanda de la embajadora de Ucrania en México, Oksana Dramaretska, rindió parcialmente frutos casi de inmediato, con una ‘enérgica condena de la invasión rusa’ por el canciller Marcelo Ebrard, quien aseguró que con esas premisas se orientará la posición mexicana en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas bajo la representación de Juan Ramón de la Fuente. El titular de la SRE también hizo un llamado a cese del fuego, pero nada sobre rompimiento de relaciones alguno con Moscú, como exigía también la diplomática ya encarrerada”.
“Estrictamente Personal”, en El Financiero:
“Personas informadas y quienes por desinterés o porque no es necesario estar al tanto de todo lo que acontece coinciden en señalar que, en la crisis en Ucrania, México juega un papel importante en la estrategia rusa. No está claro dónde confluyen sus percepciones, pero algo deben estar viendo en la actitud del presidente Andrés Manuel López Obrador frente a Estados Unidos y Rusia para generar esas ideas. México juega, hasta ahora, sólo en el imaginario del Kremlin, más para ejemplificar lo que consideran un justo reclamo, que como parte de su geoestrategia”.
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