Marketing político: qué es y ejemplos

Las decisiones de compra cotidianas se basan esencialmente en cómo se ofrece un producto en el mercado. Un anuncio atractivo, un eslogan bonito, una adecuada combinación de colores, una calidad de producto concreta o una buena recomendación tienen un impacto decisivo en las ventas. En vista de lo anterior, ¿por qué no deberíamos elegir a un candidato en función de su campaña de marketing, incluso en una elección? Más allá del hecho de que una persona tiende a identificarse con el conjunto de valores y creencias de un candidato o partido, los políticos deben asegurarse de que su mensaje esté correctamente dirigido al público objetivo y esto se traduzca en campañas de marketing político organizadas y estructuradas con el mayor cuidado.

Marketing político: qué es y ejemplos

El marketing político se puede definir como un conjunto de acciones o iniciativas que lleva a cabo un candidato político para proponerse a sí mismo ante los posibles votantes. Las principales herramientas para lograr esto son mensajes bien estructurados, entregados con el objetivo de ganar el apoyo público.

De este modo, la definición e implementación de una campaña política no difiere mucho de una campaña de marketing corporativo: los medios se utilizan para crear una base de datos rica en información y de gran alcance, mientras que la investigación y las estadísticas de mercado se utilizan para identificar objetivos.

Marketing político y marketing electoral

Sin embargo, muchas veces se suele hablar del marketing político y electoral y en pocas ocasiones realmente no se sabe en qué consiste. Pues bien, vamos a poner solución a esto en este artículo. De esta manera y de una vez por todas sabrás diferenciarlo.

El marketing político es un proceso de promoción de la comunicación política , donde los candidatos políticos comparten las ideas y se promocionan entre los votantes. El marketing político es una versión estratégica, técnica y elaborada de la comunicación política para obtener el apoyo del público.

Son también las estrategias y actividades de mercadeo adoptadas por partidos políticos o individuos con el único objetivo de obtener votos y ganar elecciones mediante el mercadeo de sí mismos.

En definitiva, el marketing político es un marco muy variado donde caben muchas prácticas, teorías, técnicas y métodos para que las organizaciones políticas puedan comprender el mercado electoral y así poder operar más eficazmente en la política. Lo fundamental en esta clase de marketing es la investigación, la estrategia y la comunicación política.

Si que podemos observar que en el campo de las campañas políticas se ha producido una gran profesionalización, tanto en las electorales como en las gubernamentales, donde se aprecia la cada vez mayor influencia de los consultores políticos y de este marketing.

En cambio, el marketing electoral es una herramienta de la mercadotecnia política a la que se acude solo cuando es época de elecciones.  El candidato en este sentido debe saber dónde se está ubicado. Tiene que saber de qué forma le perciben las personas, ya que es posible que el 80% del conjunto de la población le conozca, pero no tenga buena imagen de él, lo que no es demasiado favorable, ya que aunque conocen al candidato, este no será de su gusto.

Existe otra opción, que le conozcan, les guste e incluso que les inspire gran confianza. En caso de que ocurra esto, es una ventaja importante del candidato, pues los recursos que tenga podrá dedicarlos a otras cosas diferentes.

Si sabemos administrar bien los recursos con los que contamos (aquí entrarían desde pancartas, volantes, mítines, los debates o todo lo que sea necesario para hacer una campaña), esto va a ser de una gran ayuda para que el candidato pueda llegar en el mejor momento al día de las elecciones.

De la misma forma, es importante, saber posicionar al candidato correctamente, contando con una puesta meridianamente clara y que sepa darla a conocer a su debido tiempo. Eso sí, no debemos olvidar la petición del voto, pues es la etapa última y más importante.

Como has podido ver, el marketing político y electoral tienen muchas cosas en común, pero pueden tener ciertas diferencias que esperemos hayan quedado suficientemente claras, pues más frecuentemente de lo que pensamos suele haber equívocos. Para que nos acabe de quedar claro, nada como mencionar ejemplos claros de marketing político:

Ejemplo de marketing político: Trump vs Biden

Estamos hablando de dos campañas electorales realizadas de manera diametralmente opuesta y sabiendo quien ganó podemos mirar con atención las estrategias implementadas y cómo el marketing político de uno, funcionó mejor que el del otro . Trump decidió apostar todo a la confrontación con su rival no. ¿El resultado? Los votantes premiaron esta última línea pero no parece que fue suficiente.

A diferencia de la campaña republicana , la campaña demócrata de Joe Biden resultó ser mucho más dinámica y original. 60 millones de dólares invertidos y que vio la presencia del candidato no solo en Facebook y Twitter sino también en Instagram Reels, Twitch y Animal Crossing . Lo digital ha demostrado ser su punto fuerte: el equipo de Biden incluso creó una aplicación “VoteJoe” para recordar a los usuarios quién entre los contactos no es un votante habitual e invitarlos a votar.


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