La Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha constatado el impacto devastador de las guerras y los conflictos armados sobre las infancias, al registrar 315 mil violaciones graves contra los niños en los conflictos en todo el mundo entre 2005 y 2022.
El informe de la UNICEF se pronuncia en el marco de la Conferencia de Oslo sobre la protección de los niños en los conflictos armados, donde los Estados, donantes y la comunidad humanitaria se reunirán en Noruega.
Las violaciones contabilizadas incluyen 120 mil niñas y niños asesinados o mutilados, 105 mil reclutados por fuerzas o grupos armados, 32 mil 500 secuestrados, y más de 16 mil sometidos a violencia sexual.
Además, la ONU también registró 16 mil ataques a escuelas y hospitales y más de 22 mil casos de denegación de acceso humanitario a niños. No obstante, las cifras de estos y los anteriores pueden ser mucho mayores.
Bajo esta línea, la directora ejecutiva de UNICEF, Catherine Russell, afirmó que “cualquier guerra es, en última instancia, una guerra contra los niños”, argumentando que “el mundo no está haciendo lo suficiente” para proteger a los niños de los efectos catastróficos de la exposición al conflicto.
“Año tras año, la ONU documenta las formas viscerales, trágicas y demasiado predecibles en que se destrozan las vidas de los niños. Nos corresponde a todos asegurarnos de que los niños no paguen el precio de las guerras de los adultos y tomar las medidas concretas y audaces necesarias para mejorar la protección de algunos de los niños más vulnerables del mundo”, sostuvo la directora de UNICEF.
La UNICEF destacó sus esfuerzos para asegurar el cuidado y protección de millones de niños afectados en situaciones de conflicto, a través de la “la provisión de apoyo psicosocial y de salud mental, gestión de casos de protección infantil, localización y reunificación familiar y servicios para niños sobrevivientes de violencia de género“.
En 2022, UNICEF logró que casi 12 mil 500 niños abandonaran las fuerzas o grupos armados mediante la reintegración u otro tipo de protección, dándole información a más de 9 millones de menores sobre cómo pueden protegerse de los remanentes explosivos de las guerras.
Resaltó, por otro lado, el desafortunada déficit que se observa en la financiación disponible para la protección infantil en los conflictos, pues de acuerdo con un nuevo análisis de Humanitarian Funding Forecasting, donde colaboran UNICEF y otras organizaciones como Save de Children, para 2024 el sector de protección infantil requerirá mil 50 millones de dólares, aumentando a mil 370 en 2026, para abordar las necesidades de estos niños.
Así, de acuerdo al estudio, “si continúa el ritmo actual de financiación humanitaria, el déficit proyectado ascendería a 835 millones de dólares en 2024, y mil mdd para 2026, brecha que podría dejar a las infancias afectadas por los conflictos más vulnerables a entrar en dinámicas de trabajo infantil, trata y violencia.
De esta manera, UNICEF instó a los gobiernos que se reúnen en Oslo a hacer operativas las leyes internacionales ya vigentes para proteger a los niños en las guerras, resguardando escuelas, hospitales e instalaciones de agua y saneamiento; y deteniendo el reclutamiento de niños por parte de las fuerzas y grupos armados, así como el uso de armas explosivas en áreas pobladas.
Asimismo, llamó a intensificar los recursos para financiar la protección de las niñas y niños que se encuentran en estos contextos, y que esta vaya acorde a la escala y velocidad con la que las necesidades se presentan, invirtiendo en políticas que coloquen a los niños y su protección en el centro de la acción humanitaria.
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