No es lo mismo ver una película, disfrutar de un partido de baloncesto o jugar a videojuegos en el móvil que en un televisor. Los usuarios cada vez exigen pantallas más grandes y quieren que, además, se vean mejor. Es aquí donde entran en juego los televisores 8K. El nivel de detalle que se consigue con esta tecnología es tal que es utilizada por cirujanos en el campo de la telemedicina para hacer operaciones en remoto, según resalta la marca de análisis de mercado Mordor Intelligence. Con cuatro veces más píxeles que un televisor 4K, estos televisores muestran imágenes más realistas y de mayor calidad.
“Antes nos conformábamos con televisiones más pequeñas y con menor calidad de imagen por la falta de disponibilidad de modelos avanzados a precios asequibles”, afirma Roberto Vieito, vicesecretario del Colegio Profesional de Ingeniería en Informática de Galicia (CPEIG). Pero los constantes avances tecnológicos en la electrónica de consumo “han permitido unas enormes mejoras de calidad y tamaño en todo tipo de aparatos electrónicos, así como una reducción de sus precios”. De hecho, siete de cada 10 españoles compraría un televisor más grande, según un estudio realizado por Ipsos.
Samsung es una de las marcas que lidera la transición al 8K con sus televisores Neo QLED 8K. La resolución en estos dispositivos es cuatro veces mayor que en los 4K. Una resolución más alta significa que hay más píxeles que componen la pantalla. Es decir, en televisores del mismo tamaño, los píxeles están más comprimidos dentro de la mismo área, lo que permite que la imagen sea más detallada y realista. Esto proporciona una sensación abrumadora de inmersión al ver la televisión.
Antes nos conformábamos con televisiones más pequeñas y con menor calidad de imagen por la falta de disponibilidad de modelos avanzados a precios asequibles
Roberto Vieito, vicesecretario del Colegio Profesional de Ingeniería en Informática de Galicia
Los nuevos Neo QLED 8K incorporan también la tecnología Mini LED, que controla la luz de forma más precisa en zonas oscuras o de mucho brillo y reproduce “el 100% del volumen de color”. Estos LEDs son 40 veces más pequeños que los LEDs tradicionales, por lo que permiten un mayor nivel de detalle. Además, las pantallas de estos televisores son antirreflejos, por lo que te podrás olvidar de los destellos del sol mientras estás viendo una película, aunque estés sentado cerca de una ventana.
Una inmersión más profunda
Todas estas prestaciones tratan de trasladar al espectador al centro de la acción y lograr una experiencia lo más inmersiva posible. Varios estudios señalan que con las pantallas más grandes se consigue una inmersión más profunda y respuestas fisiológicas más intensas. Una investigación publicada este año en la revista IEEE Communications Magazine indica además que la audiencia experimenta una sensación mayor de realidad y presencia al aumentar la resolución de 4K a 8K.
Aunque hay contenidos audiovisuales que no han sido grabados en 8K, Samsung ha diseñado su propia solución: sus televisiones incorporan un procesador con inteligencia artificial capaz de convertir varios tipos de fuentes y resoluciones a calidad 8K gracias al machine learning, independientemente de la resolución original. Esta tecnología de mejora de calidad de imagen crea texturas definidas y bordes realistas. Además, reduce el ruido de la imagen píxel por píxel, ofrece un contraste más profundo y revela colores más vivos.
Cada vez más compañías apuestan por el contenido en 8K. La consultora Deloitte calcula que esta tecnología generará unos 3.300 millones de dólares en ingresos globales en 2021 y esta cantidad aumentará de manera constante durante los próximos años. Los ingresos provendrán principalmente de las ventas de televisores 8K, que se espera que este año alcancen los 5.000 millones de dólares.
Marcos casi invisibles
La televisión se ha convertido en un elemento fundamental de cualquier hogar por lo que las marcas, más allá de la resolución, cuidan al máximo cada detalle. “Los fabricantes no solo trabajan en mejorar las características y capacidades técnicas puras de sus televisiones, también procuran mejorar el aspecto estético de las mismas”, explica Vieito, que también es colaborador del Consejo General de Colegios Oficiales de Ingeniería Informática (CCII).
Samsung apuesta por un diseño sofisticado capaz de aportar un toque de elegancia al salón. Los televisores Samsung Neo QLED cuentan con una pantalla Infinity que busca llevar al usuario al siguiente nivel de experiencia audiovisual. Además de un diseño minimalista y destacablemente delgado, la marca surcoreana presume de unos marcos casi invisibles que dan lugar a un 99% de pantalla.
La reducción de marcos no solo ha conseguido una mejora estética de estos aparatos, sino que ha contribuido a que sean más manejables, según Vieito: “Si a una televisión de gran tamaño le añades unos marcos grandes como los que se usaban hace unos años, la superficie y el volumen final del aparato se verían muy incrementados, lo cual dificultaría su transporte, almacenamiento e instalación”. Además, te permite tener mayores pulgadas dentro del mismo espacio: donde antes había un televisor de 65″ ahora puedes tener uno de 75″.
Adiós a los cables
Entre los problemas estéticos a la hora de instalar un televisor, están los tediosos cables que suelen estar conectados y dar vida a estos aparatos. Ocultarlos puede resultar una auténtica odisea. “Los televisores que van colgados de la pared generalmente requieren accesorios integrados tanto en el producto como en la pared en la que se cuelgan, mientras que los televisores que van con peana, requieren mesas u otros muebles que pueden desordenarse rápidamente”, afirman desde Samsung.
Para evitar estos inconvenientes, la marca surcoreana ha rediseñado el One Connect, optimizando su tamaño y grosor y modificando su apariencia. Este dispositivo, que se puede integrar fácilmente en la peana, contiene la totalidad de las conexiones del televisor y minimiza el número de cables a la vista. Además de reducir el tamaño del One Connect, Samsung unifica todos los cables en uno solo casi invisible. De esta manera, todos tus dispositivos, como reproductores o consolas, estarán conectadas al Slim One Connect, que lo podrás tener escondido en el mueble o integrado en tu peana, y de este a la tele solo saldrá el cable casi invisible.
One Connect es un dispositivo que contiene la práctica totalidad de las conexiones del televisor, minimizando el número de cables de conexión a la vista. Es especialmente útil para los que se encuentran colgados en la pared
La marca surcoreana quiere que los usuarios se olviden de los cables y, también, de tener varios mandos en el salón. Con el Solar Cell Remote Control, el usuario puede controlar varios dispositivos conectados, utilizar el asistente de voz y acceder a cualquier contenido en el televisor. Este mando, que tiene botones específicos para abrir rápidamente plataformas como Netflix o Prime Video, tiene un panel solar en su parte trasera que permite cargarlo tanto en interiores como al aire libre y, además, está fabricado con material reciclado.
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