Más y mejor educación para la era digital

Más y mejor educación para la era digital

Tres de cada cinco escolares que perdieron un curso completo debido a la pandemia viven en América Latina. La región es la de mayor cantidad de horas de aprendizaje perdidas, de los 1,8 billones a nivel global. La transformación educativa digital ha redoblado su urgencia tras quedar expuestas las enormes brechas que existen. “Creíamos que estábamos mejor de lo que realmente estábamos”, reconoció el pasado viernes Mariano Jabonero, secretario general de la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI), en el foro El reto social de América Latina, reformas, derechos y diálogo social, organizado en Santiago de Chile por Prisa Media y la propia OEI.

En el panel Redefinir el Estado de bienestar en la era de la digitalización, el ministro de Educación chileno, Marco A. Ávila, explicó que el Gobierno de Gabriel Boric está impulsando una política enfocada en cinco ejes centrales para hacer frente a la crisis educacional que dejó el confinamiento: lo socio-emocional, la recuperación de los aprendizajes, rescatar a los estudiantes desescolarizados, el desarrollo de competencias digitales en profesores y estudiantes, y la infraestructura escolar.

Ávila aseguró que es el momento de repensar el currículo escolar: “Queremos escuchar a los profesores sobre cuántas asignaturas debe tener y, en ese contexto, la tecnología y equipamiento se inserta. Es la pedagogía y luego la tecnología, no al revés. Hay que poner la tecnología al servicio del aprendizaje. A partir de ahora no todo será presencial ni todo virtual. Tenemos que adaptarnos y capacitarnos como profesores para utilizar las nuevas herramientas”. El ministro puso hincapié en la necesidad de transformar el actual modelo educativo. “La cultura de la auditoría nos tiene mal. Las escuelas trabajan para pruebas, tienen su foco en una evaluación y eso es muy complejo”, sostuvo.

Mónica González, periodista chilena (premio Nacional de Periodismo 2019). Sebastián CarozziColaboración necesaria

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Para hacer las reformas enmarcadas en un nuevo pacto social, el profesor destacó la necesidad de que el Estado trabaje con las organizaciones de la sociedad civil y el mundo empresarial. En su intervención, Margarita Aravena, directora OEI Chile, apuntó que para hacer frente a la “catástrofe generacional” que dejó la pandemia, el Estado no solo debe buscar una conectividad digital en las escuelas, sino también en los hogares. La conectividad en las zonas urbanas de la región es del 60% y en las rurales de un 40%. “Es impredecible diseñar nuevos escenarios futuros de educación digital que impliquen nuevos papeles territoriales y sociales más justos y equitativos”, señaló. Con todas las cifras recolectadas por los organismos internacionales, dijo Aravena, hay que hacer la bajada para fortalecer la infraestructura digital, la capacitación de todos los agentes involucrados en el proceso de aprendizaje y de los modelos híbridos.

En sus estudios, la OIE ha concluido que esta generación va a tener más dificultades de inserción laboral y peores retribuciones. Su secretario general, Jabonero, alertó que si se intenta paliar el problema a través de los métodos tradicionales va a ser mucho más lento y más costoso. “Los sistemas digitales ofrecen oportunidades más rápidas, más socializables, más inclusivas porque llegan a todos por igual. La tecnológica es una ventaja competitiva”, aseguró.

Mientras la OCDE proyecta que se va a tardar una década en mitigar el impacto, Jabonero apuesta a que si se opta por modelos innovadores pueden ser tres o cuatro años. Para eso, remarca, es necesario hacer un buen diagnóstico de lo ocurrido, no a nivel macro, sino de cómo afectó a cada niño y niña, y buscar los apoyos financieros necesarios para la solución de la crisis.

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