A 28 años de la Masacre de Acteal, el Estado mexicano aún no ha reconocido su responsabilidad en los crímenes de lesa humanidad cometidos el 22 de diciembre de 1997, cuando un grupo paramilitar asesinó a 45 personas —incluyendo 18 mujeres, cuatro de ellas embarazadas, y 20 niñas y niños— y dejó a 26 más gravemente heridas, informó el Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de Las Casas (Frayba).
El organismo, especializado en derechos humanos, señaló que la impunidad ha sido un factor que prolonga la violencia contra los pueblos indígenas, enmarcada en la estrategia contrainsurgente implementada durante el Plan de Campaña Chiapas 94.
Recordó que el caso se presentó ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos hace 20 años, pero el Informe de Fondo sigue pendiente.
Durante este tiempo, varios familiares han fallecido sin alcanzar justicia ni reconocimiento de responsabilidad por la masacre.
Según el Frayba, esta estrategia mantiene activos mecanismos de violencia que afectan la vida, la tierra y la autonomía de las comunidades, incluyendo las acciones contra territorios recuperados por el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN).
Además, la falta de esclarecimiento sobre la responsabilidad intelectual y material de la masacre ha impedido individualizar, juzgar y sancionar a quienes cometieron estos crímenes de lesa humanidad.
El Centro Frayba destacó el trabajo de la Organización Sociedad Civil Las Abejas de Acteal, quienes han transformado el dolor en lo que llaman “La Otra Justicia”, un símbolo de resistencia, paz y solidaridad con otros pueblos en lucha.
Desde su Casa de la Memoria y de la Esperanza han abrazado las luchas de abajo, solidarizándose con quienes sufren; ellos conocen el dolor de los pueblos y nos han enseñado la grandeza de su solidaridad.
Como parte de la conmemoración, en la comunidad y su organización, Las Abejas de Acteal realizan actividades bajo el lema “Caminando la memoria germina nueva semilla”, que incluyen encuentros de jóvenes sobre no violencia, resistencia y autonomía, defensa de la tierra y el territorio, así como manifestaciones artísticas, culturales y eventos religiosos.
Frayba reiteró su llamado al Estado mexicano para reconocer su responsabilidad y asumir un compromiso real que permita romper el pacto de impunidad en torno a la Masacre de Acteal.
Finalmente, el Centro destacó que continuará insistiendo y actuando, junto a las personas de la organización Las Abejas de Acteal, “luchando codo a codo”, concluyó el comunicado.
El mensaje de la conmemoración estuvo a cargo de Guadalupe Vázquez Luna, en representación de Las Abejas de Acteal, quien destacó que desde el sexenio de Ernesto Zedillo hasta el Andrés Manuel López Obrador y el de Claudia Sheinbaum, continuaron los asesinatos de activistas y defensores de derechos humanos.
A casi tres décadas de los hechos, la masacre en esta zona de Los Altos de Chiapas, es un símbolo de la lucha por la justicia, la memoria y la dignidad de los pueblos indígenas, cuya resistencia frente a la violencia estatal y paramilitar continúa vigente.