Máscara de pestañas: Quizás no estás aplicando correctamente tu rímel y te explicamos por qué

Conseguir unas pestañas más largas, densas y fuertes ha sido durante mucho tiempo y sigue siendo la obsesión de muchas mujeres ya que la mirada puede dar un giro de impacto dependiendo de si podemos o sabemos enmarcarla correctamente. Pero quizás no estás aplicando correctamente tu rímel. ¿Por qué?

Aunque no todas tenemos el don de tener unas pestañas naturalmente bonitas, hay muchas maneras en las que podemos potenciarlas hasta conseguir para ellas el aspecto que merecen, sin maltratarlas ni usar productos que aunque sean efectivos a corto plazo, acaben por dañarlas.

Hay muchas chicas que se quejan de que la calidad de sus pestañas ha empeorado con el tiempo, y la verdad es que es un problema realmente común que se suele deber a los errores que cometemos al tratarlas o maquillarlas.

Usar un producto en exceso o no retirarlo antes de ir a dormir, puede ser una de las causas que esté afectando a la belleza de nuestros ojos y la piel de alrededor, normalmente muy sensible.

Otra de las razones por las que puede que no consigamos el efecto deseado al maquillarlas, puede ser un mal uso de la máscara de pestañas, que puede no estar funcionando bien aunque tengamos unas pestañas bonitas.

Los dos errores más comunes de no aplicar correctamente tu rímel suelen ser escurrir el cepillo y/o bombearlo al sacarlo del tubo. Esta última práctica provoca que entre aire en el recipiente y el producto se seque y oxide con mayor velocidad, lo que afecta a su efectividad.

Respecto a escurrir el cepillo, es interesante saber que evitar ese gesto puede contribuir a un mejor acabado en las pestañas, ya que ese extra de producto es clave para conseguir un resultado perfecto si sabemos como aprovecharlo. Aun así, no mucha gente es consciente de lo mala que es esa práctica y de que hacerlo habitualmente disminuye la durabilidad de la fórmula y provoca que las pestañas no estén tan curvadas y voluminosas como desearíamos.

Entonces, ¿qué es lo correcto? Lo más apropiado es sacar el cepillo y colocarlo en vertical para aplicar el producto aparentemente sobrante siguiendo la línea de las pestañas como si se tratase de un eyeliner.

Tras ese gesto, deslizar la máscara en horizontal y en zigzag del interior hacia la nariz, del centro hacia la ceja y del exterior hacia la sien, conseguirá que notemos en nuestras pestañas una mejora increíble respecto a usos anteriores, en los que creíamos aprovechar producto y en verdad lo desperdiciábamos.

Así no solo aprovechamos mejor el producto y cubrimos mejor las pestañas para teñirlas del todo, sino que también usamos en su aplicación la cantidad justa y necesaria. Queda demostrado que un par de gestos bien hechos pueden hacer una gran diferencia en el resultado de nuestro maquillaje. ¿Incorporarás estos cambios a tu rutina?




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