Máximo Huerta acudía el pasado lunes 30 de enero a ‘El Hormiguero’ para hablar de su última aventura profesional: abrir una librería en Buñol, su pueblo natal. Además de presentar su último libro, el periodista y presentador ha detallado cómo fue su salida del Gobierno, su última conversación con Pedro Sánchez y el peaje personal que ha pagado.
Máximo Huerta, en ‘El Hormiguero’
Pablo Motos empezaba preguntándole si era más difícil ser ministro o montar una librería: “Ha sido mucho más complicado la librería, pero mucho más gratificante“, le confesaba Máximo.
El escritor ha explicado cómo nadie paró su dimisión ni le pidió que se quedase: “Me tiraron al precipicio. A Pedro Duque y a Nadia Calviño les dijeron: ‘Quédate que no pasa nada'”.
Lo peor de su dimisión fueron las consecuencias personales: “Perdí entera la autoestima. Creía que no servía para escribir, para presentar, creía que no servía para nada“. En un viaje a Londres para distraerse con amigos, el presentador vivió un duro episodio al ver las portadas de la prensa en el aeropuerto: “Me desmayé al ver las portadas. Me caí“.
Máximo Huerta, en ‘El Hormiguero’
Máximo considera que sufrió más por culpa de la prensa que por la propia política: “Me hizo daño la prensa. La política no me hizo daño, recibí el cariño de un montón de colores“.
Su última conversación con Pedro Sánchez
Huerta ha relatado su última conversación con Pedro Sánchez cuando fue a dimitir: “Subí con el coche a Moncloa, llegué con el discurso en el móvil y esperé en una sala de al lado. Me hice un selfie en un cuadro”.
“Me voy, no pasa nada“, le dijo Máximo al presidente del Gobierno. El escritor relata que Sánchez no atendió a su problema: “Empezó a hablar de él, de cómo se le vería en el futuro. Me daban ganas de decir: ‘Padre que estoy hablando yo, déjeme hablar‘”.