McLaren, con la novena posición final de Carlos Sainz en Hungría, salvó la que se planteaban como la papeleta más difícil que debían afrontar esta temporada. El coche inglés se mostró capaz de liderar el segundo grupo con muchas armas ante Ferrari, Renault y Racing
Point en carrera en Austria, y este fin de semana, en una pista tan diferente como la de Hungría, de alta carga, sabían que iban a sufrir. Carlos Sainz sufrió durante todo el fin de semana para calentar los neumáticos en una pista tan fría y ni él ni Lando Norris estaban cómodos con el coche. Lograron dar un paso al frente en clasificación con cambios de reglaje, con los dos coches en Q3, demostrando una buena reacción del equipo. Y en carrera, Carlos salvó dos puntos que pudieron ser más, con un ritmo superior a Renault y Ferrari.
“El balance es bueno, el rendimiento del coche también. Son cosas positivas. Traeremos mejoras en las próximas carreras y puede ser esperanzador”, apuntó Seidl, jefe de McLaren, a ‘Movistar F1’ tras la cita de ayer, mostrándose positivo por las sensaciones dadas teniendo en cuenta que “en teoría esta iba a ser la peor carrera para nuestro coche”. “Espero que Silverstone se adecue más al coche que Hungría. Hemos podido luchar con Renault y Ferrari, y los Racing Point en cuanto a ritmo no estaban muy lejos. Está en nuestras manos y hay que seguir luchando”, agregó el alemán, reiterando que no van a presentar ninguna protesta contra la ‘copia’ de Racing Point del Mercedes de 2019.
“No vamos a protestar. Debemos centrarnos en nosotros. Sabemos lo que hay que hacer para mejorar y ahí es donde voy a centrar mi energía y la del equipo”, concluyó, consciente del buen papel que está haciendo su conjunto, que en Silverstone podría llevar una primera gran evolución de su paquete que pueda marcar diferencias en la zona media.