Eva Díaz, mujer trans de 59 años y consejera delegada de la tecnológica Appogeo Digital, tiene recurrentemente un flashback donde se ve a ella misma mirando por la ventanilla de un tren, de camino a una reunión de negocios importante. En el cristal, contempla un reflejo de su rostro: una mujer. “De alguna manera, era el punto final de un viaje muy complejo. Vivir algo que había soñado mucho tiempo”, cuenta Díaz a la periodista Joana Bonet durante esta videoentrevista a bordo de un vagón. Llegar ahí no fue fácil. Su camino de transición, que comenzó cuando tenía 52 años, estuvo lleno de barreras que ha sabido sortear. Entre ellas, al ser transgénero y mujer, se le sumaba tener que buscar trabajo superando la cincuentena tras una gran carrera en los altos puestos de compañías como Deloitte, KPMG o Accenture. “Era una batalla interna entre lo que me decían que tenía que ser y esa mujer que había dentro de mí que pugnaba por salir”, explica. Al final, las ganas de “ser auténtica” y de vivir plenamente vencieron esa guerra. “Era o transición o me muero”, subraya.
Díaz cuenta que durante ese viaje se necesitó redescubrir un mundo nuevo como mujer. “Tuve que empezar a deconstruirme, saber qué de mis actitudes, de mis reacciones, de mis pensamientos, de mis ilusiones y de mis sueños eran mías y cuáles me venían impuestas: ‘Tienes que ser ejecutivo, tienes que ser directivo, tienes que ser fuerte, tienes que tal’. En los ‘tienes que’ que nos van metiendo desde que somos niñas tuve que ir encontrando qué era mío y qué de alguna forma se me había adherido a la mochila”, describe.
Su historia de superación, visibilizada en los medios de comunicación y conferencias de negocios, la han convertido en una voz del colectivo reconocida que clama por la igualdad entre los hombres y mujeres, a través de un discurso en el que busca despojar a la sociedad de etiquetas. “Tenemos que empezar a entender que todos somos distintos. Y empezar a dejarnos de estos nuevos compartimentos que vamos haciendo: hombre, mujer, L, G, T, B, I… Me aburren todos estos mensajes tan dogmáticos y tan sectarios cuando estamos todos buscando la igualdad”, afirma la ejecutiva.
Esta lucha conciliadora también forma parte de su vida laboral, en la que siempre aprovecha para desterrar la percepción social de que la tecnología es un trabajo solo para los hombres y para visibilizar, a través de su experiencia, las cualidades que desprende el liderazgo femenino. “El masculino es muy ejecutivo, basado en la posición y en la jerarquía. El femenino es más de equipo, de colaboración, de convencimiento, de valores, donde los equipos generalmente suelen ser muy leales”, analiza.
12 viajes para dar voz a las mujeres
Como esta ejecutiva, una docena de mujeres del mundo del emprendimiento, el deporte, la sostenibilidad, la ciencia, la cultura o la moda, pasarán cada 15 días por Mujeres y viajeras para conversar con la periodista Joana Bonet. Una conversación sobre experiencias, complicidad y libertad en el viaje de la vida.
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A través de Mujeres y viajeras, Renfe quiere dar a conocer 12 mujeres, 12 viajes, sus vidas, sus motivaciones y sus anhelos… y compartir todas esas historias apasionantes que han vivido y vivirán a bordo de un tren. Unos diálogos que buscan dar voz al papel esencial que las mujeres desempeñan en la sociedad actual.
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