Las enfermeras, los médicos y los maestros de Gran Bretaña iniciaron una huelga este miércoles, exigiendo que los salarios se mantengan al ritmo de los precios altísimos, mientras el gobierno defendía su decisión de otorgar aumentos salariales por debajo de la inflación a los trabajadores del sector público.
Un día después de que los ministros anunciaran una serie de aumentos salariales para dos millones de empleados del sector público, los datos oficiales mostraron que la inflación alcanzó un máximo de 40 años del 9.4% en junio, y varios sindicatos de trabajadores debatieron huelgas.
Los acuerdos salariales llegaron al 9,3% para las personas con ingresos más bajos en el Servicio Nacional de Salud de Gran Bretaña, financiado con fondos públicos, pero para muchos no alcanzaron la tasa a la que están aumentando los precios.
El Real Colegio de Enfermería dijo que había decidido someter a votación a los miembros sobre si querían emprender una acción industrial.
“Este es un paso en falso grave por parte de los ministros. Con este premio bajo, el gobierno está juzgando mal el estado de ánimo del personal de enfermería y del público también”, dijo el presidente ejecutivo de RCN, Pat Cullen.
“Los costos de vida están aumentando y, sin embargo, han impuesto otro recorte salarial en términos reales para el personal de enfermería”.
La Asociación Médica Británica, que representa a los médicos, dijo que estaba en un “curso de colisión” con el gobierno y el Sindicato Nacional de Educación, que representa a los maestros, dijo que recomendaría huelgas a menos que el gobierno renegociara.
El ministro del Tesoro, Simon Clarke, dijo que los acuerdos fueron “extremadamente generosos” según los estándares recientes.
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