“Cerca de medio millón de niños, niñas, adolescentes y jóvenes han sido reclutados por grupos delincuenciales, principalmente por el Cártel Jalisco Nueva Generación, el Cartel del Golfo, Los Zetas y el Cártel de Sinaloa”, situación que evidencia la “falta de políticas públicas para evitarlo” sostuvo Ramón Castro Castro, Secretario General del Episcopado Mexicano, durante la homilía dominical oficiada en la Catedral de Cuernavaca.
Ese fue el caso de Pablo, que a los 12 años fue reclutado bajo amenaza; para salvar su vida y la de su padre fue obligado a matar a tres personas e infiltrarse en el grupo contrario para revelar la ruta de distribución.
“Un testimonio de un niño de 12 años que se llama Pablo; él nos dio pormenores de ese negocio de la droga y de cómo fue reclutado a los 12 años. Ya había aprendido a distribuir droga porque su padre lo hacía”, compartió el también Obispo de Cuernavaca, atendiendo el llamado de la Confederación Episcopal de que el tercer domingo de cada mes se reflexiones sobre las heridas de México.
Continuó: “Su padre, el papá de Pablo, comenzó a vender droga en un lugar prohibido para él; y le dijeron a Pablo vamos a matar a tu papá porque nos ha traicionado y él les pidió que les perdonaran la vida, le dijeron: sí, pero tienes que matar tú a tres personas y entregarnos información de donde están todos los de venta de la droga. Dice que su primera experiencia para matar fue dura pero después de haber matado a dos personas, pudo hacerlo (asesinar) sin ningún dolor de conciencia”.
El jerarca contó: “A los 16 años había matado a docenas de personas, fue reclutado por Cártel Jalisco Nueva Generación; y dice (Pablo) algo dramático: ‘En ocasiones nos comíamos en el pozole a los descuartizados’”.
El secretario general del Episcopado Mexicano, destacó: “Se trata de reclutamiento del niños, adolescentes y jóvenes por el crimen organizado, son miles y miles se calcula entre 450 mil y medio millón de niños, adolescentes y jóvenes dentro de los grupo delictivos, dentro del crimen organizado, son datos propios de las autoridades y de los organismos que científicamente analizan”.
Agregó: “Que en México haya casi medio millón… eso nos debe preocupar y ocupar”.
Además, añadió: “En 2019 había una contabilidad de 21 mil niños, niñas y adolescentes asesinados, víctimas del homicidio doloso… Eso debe pesar en nuestra conciencia porque esos niños adolescentes y jóvenes no están ahí voluntariamente, han sido víctimas y secuestrados y han sido lavados en su cerebro por el crimen organizado”.
Apuntó que los grupos delincuenciales que han optado por esta práctica son el Cártel Jalisco Nueva Generación, Los Zetas, el Cártel del Golfo y el Cártel de Sinaloa. “Los someten a un proceso de entrenamiento, de adoctrinamiento para incorporarlos como sicarios, tanto les lavan el cerebro que llegar a considerar el crimen organizado su segunda familia”, dijo.
El Obispo de Cuernavaca destacó que al margen de “la modalidad en la que son reclutados los menores de edad, los riesgos que corren son enormes, preocupantes, no es que reciban un salario, son entrenados para entregarse a esa causa criminal”.
Desde su punto de vista esta problemática evidencia la “falta de políticas públicas para combatir ese reclutamiento”.
El líder religioso lanzó un llamado para frenar, lo que llamó una herida de México:
“Hermanas y hermanos no podemos quedarnos callados, no podemos cerrar los ojos y decir aquí no pasa nada. Esto es México, esta es la herida que vive México, nosotros cristianos conscientes de los que somos no podemos seguir permitiendo que nuestra oración sea fuerte, firme y con fe para que esto deje de suceder y que Dios nos de la Luz y la sabiduría para poner un alto”.
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