SEÚL – Los medios norcoreanos informaron de la detección de una “epidemia intestinal aguda” en torno a la ciudad de Haeju, en el suroeste del país, en un momento en el que el hermético estado asiático combate también una ola de COVID-19.
La agencia de noticias estatal informó que el propio líder Kim Jong-un envió el miércoles “medicinas preparadas por su familia” a la zona del país afectada por esta enfermedad entérica sobre la que no se han ofrecido más detalles.
Las enfermedades gastrointestinales contagiosas pueden ser producidas por bacterias, como en el caso del cólera o la fiebre tifoidea; por parásitos, como la giardiasis; o por virus como el de la hepatitis A o el rotavirus. Tienen su origen en el consumo de agua y alimentos contaminados con materia fecal y pueden transmitirse de una persona a otra.
La existencia de enfermedades entéricas es muy común en Corea del Norte, donde muchos lugares no cuentan con sistemas de saneamiento de aguas adecuados.
La foto que acompaña a la noticia de KCNA muestra a Kim Jong un y la primera dama norcoreana, Ri Sol ju, revisando los medicamentos enviados a la zona afectada, que incluye la ciudad de Haeju, capital de la provincia de Hwanghae del Sur, y el condado colindante de Kangryong, ambos en la frontera marítima occidental con Corea del Sur.
Según KCNA, Kim ordenó a los funcionarios locales el máximo esfuerzo para curar a los enfermos y “poner en cuarentena a aquellos casos sospechosos para limitar de manera minuciosa su propagación”.
Corea del Norte sigue alardeando de su poderoso arsenal y realizó un nuevo lanzamiento de misiles balísticos al mar.
Actualmente Corea del Norte sufre además una ola de covid que el país identificó oficialmente el pasado 12 de mayo por primera vez desde que empezó la pandemia.
Según los datos publicados, el país detectó unos 26,000 “casos de fiebres” (término que emplea para referirse a los casos sospechosos, dada su escasa capacidad para testar), y cree que unos 4.5 millones de personas pueden haber contraído COVID-19 desde final de abril, de los cuales solo 46,000 permanecen en tratamiento.
Estos datos apuntan a una transmisión inusualmente rápida del virus y a una mortalidad excesivamente baja, por lo que la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha pedido al régimen que comparta más datos para conocer el verdadero alcance de la ola.
Los servicios de inteligencia surcoreanos han indicado que muchas de esas “fiebres” pueden ser otras enfermedades, como sarampión o, precisamente, fiebres tifoideas.
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