No es ningún secreto que las personalidades de Hollywood han recurrido a la medicina estética para mejorar su físico, destacando el rostro por encima de todo. El ácido hialurónico y el bótox han sido los grandes protagonistas de una industria cinematográfica en la que la imagen es una de las cosas más importantes para la gran pantalla. Sin embargo, como todo en exceso, las tendencias pasan factura. Y esto es lo que ha sucedido con Meg Ryan.
A sus 61 años, el nombre de la actriz ha comenzado a sonar con mucha fuerza en la red, y no por nada relacionado con un talento frente a las cámaras. Después de más de medio año alejada del foco mediático, la intérprete de Top Gun ha reaparecido en la premiere del documental de Michael J. Fox. Y ha sido el propio actor el que ha compartido un carrusel de fotografías en el universo 2.0 en las que ha destacado, sobre todo, el cambio físico de su íntima amiga.
@T3hL1ttle3ngine Meg Ryan wrecked herself. pic.twitter.com/h9LrUXJKat
— DosXXMaquina (@DuosEquis) May 4, 2023
Meg Ryan no ha tardado en hacerse viral y han sido muchos los usuarios que la han tachado de «irreconocible», además de criticar las manos por las que ha pasado para conseguir ese aspecto. «¿Qué te hiciste en la cara? ¿De verdad, Meg?», «Estoy en shock. Pésimos cirujanos» o «Si me hubieran preguntado un deseo imposible hubiera contestado parecerme a Meg Ryan….», han sido algunos de los comentarios que ya circulan por la red. Mientras tanto, ella ha utilizado el más absoluto silencio.
Sin embargo, pese a las evidencias, Ryan ha negado en varias ocasiones que sus operaciones se deban a cuestiones meramente estéticas. «No presto mucha atención a los comentarios que se hacen sobre si me he operado o no (…) Hay mucho odio en el mundo de hoy. Es tan fácil juzgar. Imagina ser un hater, qué estúpido», confesó para la revista Porter. Pero, aunque su cambio físico ahora ha sido cuanto menos impactante, lo cierto es que no es nada nuevo. Ya en 2003, cuando rodó En carne viva, mostró una nueva imagen que tampoco estuvo exenta de polémica. Y es que, desde que dio el salto a la gran pantalla, su cambio ha sido muy notable, y ya no queda nada de esos ojos azules que embrujaron a los espectadores. Incluso, hace un tiempo, la prensa comenzó a tildarla de víctima del ‘efecto Zellweger’, que hacía referencia a la transformación de su compañera de profesión, Renée Zellweger.
Tanto es así que este tema ha afectado de lleno a su carrera profesional, pues desde hace varios años no ha obtenido ningún papel protagonista. Desde 2015, Meg ha pasado de estar frente a las cámaras a llevar la dirección de las películas. Este año, al parecer, volverá con What Happens Later, un proyecto del que no se conocen más detalles.