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Meghan Markle, en el programa de Ellen DeGeneres: su obsesión por el pelo de Andie MacDowell y otros momentos clave


La última vez que Meghan Markle concedió una entrevista en televisión temblaron los cimientos de Buckingham. Fue en marzo de este año en el programa de Oprah Winfrey y la duquesa de Sussex y su marido, el príncipe Enrique de Inglaterra, realizaron varias y durísimas declaraciones sobre su vida dentro de familia real británica, a la que llegaron a tildar de racista. Este jueves noche, Markle ha vuelto a un plató para conversar con Ellen DeGeneres, en uno de los programas de más éxito de la televisión estadounidense, pero esta vez, la charla ha sido mucho más relajada, distendida, sin referencias a su vida en Reino Unido y marcada por las anécdotas infantiles y de su vida familiar actual. ”Nos mudamos aquí durante la pandemia y eso nos permitió pasar mucho tiempo en casa juntos. Hemos decorado, hemos creado nuestro hogar, además [a Enrique] le gusta el estilo de vida de California y el clima es bastante bueno. Estamos felices”, ha confesado, sobre su traslado a Montecito —donde tiene como vecina a DeGeneres— y su nueva cotidianidad lejos de Londres.

A su llegada al programa, Markle confesó que acudía sin dormir debido a que a la pequeña Lili, de cinco meses, le están saliendo sus primeros dientes. “Hasta ahora dormía bien, pero con la dentición se siente muy incómoda. Hago lo que hace cualquier madre, le doy tetinas frías para calmarla”, explicó. Ante la confesión, DeGeneres no dudó en responder con humor y le aconsejó darle “tequila” para calmarla. “Eso no lo he probado todavía, estoy esperando que su tía Ellen venga a dárselo”, replicó Markle, de 40 años.

A lo largo de la entrevista, la duquesa de Sussex dio otros detalles de su vida familia. Reveló, por ejemplo, que pasará el Día de Acción de Gracias —que se celebra la próxima semana— en la cocina, asando el tradicional pavo. “Me encanta cocinar. Estaremos juntos en casa relajados”, dijo. También compartió una imagen de su primogénito, Archie, en el gallinero de la casa familiar, aunque sin mostrar su rostro. “Es un niño muy dulce”, aseguró del pequeño, que tiene ahora dos años.

Meghan Markle y Ellen DeGeneres, durante el programa de este jueves.

Pero uno de los momentos más divertidos e inesperados de la noche fue cuando a raíz de un autorretrato realizado cuando era pequeña en el que se había dibujado con una prominente cabellera rizada, la exactriz confesó que con 10 u 11 años estaba obsesionada con el pelo de Andie MacDowell en la película Cuatro bodas y un funeral. “Todo lo que quería era aquel perfecto pelo rizado. Le pregunté a mi madre para ir a la peluquería y el primer día pensaba ‘Esto es alucinante. Parezco Andie MacDowell en Cuatro bodas y un funeral’, pero la gente se olvidó de decirme que yo tenía el pelo afro, que no iba a lucir como Andie MacDowell en Cuatro bodas y un funeral y así es como terminó evolucionando (en referencia a su cabello). Fui al colegio y parecía Krusty el payaso de Los Simpson”.

Además de ofrecer una imagen cercana y desencorsetada, Markle aprovechó su paso por televisión para reforzar su perfil activista e incidir en su compromiso de pelear porque exista en el país una baja de maternidad remunerada. “Estados Unidos es el único país que no ofrece por ley la baja pagada por maternidad. Voy a hacer todo lo que esté en mi poder para que se convierta en ley” El pasado mes de octubre, la duquesa comenzó esta lucha dirigiendo una carta al Congreso de Estados Unidos, una iniciativa que ha sido muy criticada por algunos senadores republicanos que la acusan de usar su título para presionar. Unos ataques ante los que Markle ha querido defenderse. “Creo que la gente realmente olvida, o ni siquiera sabe, que en este país, es uno de los únicos seis países en todo el mundo y la única nación rica que no tiene un programa federal de baja por maternidad pagada. Todo el mundo sabe, especialmente si ha tenido un hijo, lo difícil que es y lo crítico que es abandonarlo en esas primeras semanas, sino meses, la familia debe estar unida en esos momentos. El hecho de que no ofrezcamos la baja por maternidad es algo por lo que, como madre de dos hijos, voy a pelear para asegurarme de que podamos ofrecérselo a todo el mundo”, sostuvo.

Durante su aparición en el programa, hubo también tiempo para el humor. Como acostumbran sus invitados, Markle participó —a petición propia— en una broma en la debía obedecer las órdenes que le llegaban por un auricular desde el plató, mientras compraba en unos puestos callejeros. La duquesa siguió entonces una a una todas las instrucciones absurdas que le fueron dadas, desde tocar unos cristales, declarar que tenía “poderes curativos” y hacer una especie de sesión espiritual ante la mirada atónita de uno de los vendendores a probar unas salsas y pedirle al comerciante que le diera algo “más picante” porque “mami quiere un poco de calor”. Pero, sin duda, uno de los momentos estelares fue cuando Markle se puso una diadema con orejas de gato en la cabeza y empezó a cantar una canción imitando a un gato.


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