Mercadona se ha fijado en uno de los postres americanos más tradicionales y acaba de lanzar su propia versión para delicia de sus «Jefes» (clientes). El brownie de chocolate que ya podemos encontrar en sus supermercados por un precio de menos de dos euros.
Mercadona lanza su versión del brownie de chocolate a 1,80 euros
El brownie de chocolate es quizás uno de los dulces más populares en Estados Unidos y de hecho desde allí se ha popularizado en todo el mundo. ¿Quién no ha degustado este delicioso bizcocho similar a una magdalena de chocolate? Los podemos hacer en casa (tenéis la receta aquí), o si no tenemos tiempo, Mercadona nos ofrece ahora su versión que además lanza en una bolsa en la que vienen 8 unidades a un precio de 1,80 €.
Es una de las últimas novedades de Mercadona que ya está siendo muy comentada en redes sociales ya que se han dado a conocer por la cuenta de Instagram de @MercadonaNovedades, donde podemos ver además que cada una de las unidades de estos brownies es de 30 gramos de producto.
Estamos convencidos que esta será sin duda uno de los postres más comprados estos días en Mercadona, dado que normalmente este tipo de productos suelen arrasar en ventas cuando se lanzan y más ahora que los niños van a estar de vacaciones de Semana Santa y seguro que piden poder merendar algo especial (aunque también les podemos hacer torrijas con el pan especial que Mercadona ha sacado a la venta).
El origen del brownie de chocolate
La de Mercadona no es más que una de las muchas versiones que existen del brownie de chocolate, pero para saber cuál es la receta original, tenemos que remontarnos hasta finales del Siglo XIX y a una mujer llamada Bertha Palmer; una emprendedora nacida en 1849 en Kentucky y casada con Potter Palmer , un millonario de Chicago dueño del Palmer House Hotel. A Potter le encantaba asistir a eventos sociales y fiestas de élite y, en 1893, se encontró en la «Exposición Mundial de Columbia en Chicago», un evento relacionado con el 400 aniversario del descubrimiento de América por Cristóbal Colón. En esa ocasión fue nombrada » Presidenta de la Junta de Lady Managers «, un papel verdaderamente excepcional para una mujer especial para aquellos tiempos.
Las versiones, en este punto, se ramifican: hay quienes aseguran que Bertha había encargado a sus cocineros para ese tipo de eventos la realización de un pastel que fuera fácilmente transportable -y apto para que las damas se lo comieran sin ensuciarles la ropa-o que también fue asesorada por un pastelero consultado para la ocasión. En cualquier caso, la petición habría sido muy concreta: un postre para consumir durante una comida para llevar, concebido en pequeños trozos como una tarta. Así nació lo que se convirtió en el » Palmer House Brownie «, relleno de nueces y cubierto con glaseado de albaricoque . Una receta que todavía se sirve hoy en el Palmer House Hotel
Mientras tanto, comenzaron a aparecer variaciones y evoluciones en otros lugares de América, también porque el nombre original de este postre nunca se usó en libros o revistas de cocina. Para encontrar la palabra » brownie » impresa en papel, de hecho, hubo que esperar hasta 1896 cuando, en el » Libro de cocina de la escuela de cocina de Boston «, se hizo una referencia a ella, hablando de tortas de melaza preparadas en moldes.
A principios de la década de 1900, entonces, se produjo el verdadero boom: numerosas recetas que aparecieron en varios libros comenzaron a hablar de los brownies de chocolate, en unas versiones más parecidas a las actuales. En particular, en 1907, el » Lowney’s Cook Book » revisó el brownie del » Boston Cooking-School Cook Book » con el nombre » Bangor Brownie «, proponiendo una receta con más huevos y chocolate. El término » Bangor «, por otro lado, parece derivar simplemente del nombre del lugar de nacimiento homónimo del autor.
Por lo tanto, durante más de un siglo, los brownies han colonizado las mesas de los estadounidenses (y no estadounidenses) con un sabroso vestido de cacao en polvo, pero no solo eso.De hecho, también hay una variante blanca, los «blondies», en los que el chocolate blanco ocupa el lugar del cacao.