Mercedes y Red Bull, a machetazo limpio


Que algo ha cambiado en el Mundial de Fórmula 1 de esta temporada queda claro por episodios como el de hace dos semanas en Silverstone, a raíz del espectacular accidente que sufrió Max Verstappen en la primera vuelta de la carrera, mientras se las tenía tiesas con Lewis Hamilton, en gresca por el liderato. La carrera terminó con el holandés en el hospital, donde los médicos certificaron que el castañazo que se dio contra las barreras de protección, y que generó una energía de 51 G’s, no le provocó más que magulladuras y la desorientación que captaron las cámaras en el momento en que salió del coche. A pesar de la penalización de diez segundos que le impusieron los comisarios, Hamilton se adjudicó su cuarta victoria del curso y detuvo la sangría de puntos a favor de Verstappen, que llegó a Gran Bretaña con más de un gran premio de ventaja y se fue de allí con solo ocho puntos de margen sobre su rival. El británico festejó el triunfo sin cortarse un pelo, con bandera incluida, circunstancia que a ojos de Mad Max fue una falta de respeto. “La celebración fue irrespetuosa, básicamente, por cómo consiguió la victoria. Un piloto estaba en el hospital tras recibir un impacto de 51 G’s, y el otro, ondeando la bandera. Estas cosas demuestran como son realmente en Mercedes”, denunció el de Red Bull.

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Desde los despachos de la marca energética se puso toda la carne en el asador para tratar de convencer a la opinión pública de que la acción de Hamilton debía haber sido sancionada con una pena mucho más severa que esos diez segundos. Y para ello, el equipo aprovechó una jornada de filmación que había contratado de antemano en Silverstone, para hacer que Alex Albon, su corredor reserva, recreara la trayectoria que había seguido el de Mercedes, el domingo, en la curva en concreto (Copse), con la intención de demostrar que el de Stevenage entró en ella demasiado rápido. Red Bull advirtió que tenía nuevas evidencias que iban a ofrecer una nueva perspectiva del incidente, pero los comisarios de la Federación Internacional del Automóvil (FIA) que este jueves, ya en el circuito de Hungaroring, volvieron a escuchar a las dos partes, consideraron que la información aportada por el constructor austríaco no aportaba al caso ningún “nuevo elemento significativo o relevante”, el requisito indispensable según el código deportivo de la normativa del campeonato, para revisar una acción ya arbitrada.

Los días posteriores a la carrera en Silverstone, Hamilton fue víctima de una batería de mensajes racistas en las redes sociales, condenados por las dos escuderías. De hecho, la estructura del búfalo rojo reconoció este mismo viernes, haber despedido a uno de sus empleados después de que trascendieran una serie de mensajes que mandó a través de Whatsapp. No obstante, una vez que la FIA hubo desestimado la reapertura de la maniobra de Copse, Mercedes lanzó un contraataque durísimo y acusó a Red Bull de impulsar una campaña para dañar la reputación del actual campeón del mundo y estilete de las Flechas de Plata. “Además de poner fin a este incidente, esperamos que la decisión de la FIA marque el fin de un intento deliberado por parte de la cúpula de Red Bull, con el fin de empañar el buen nombre y la integridad deportiva de Lewis Hamilton”, subrayó Mercedes. La respuesta de Verstappen, este domingo en Budapest.

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