El mes de agosto está acabando de una manera un tanto preocupante para Mery Perelló. Era durante el pasado mes de junio cuando salía a la luz que la esposa de Rafa Nadal se había quedado embarazada del que sería su primer hijo fruto del matrimonio con el tenista. Una buena nueva que llenaba de felicidad a la pareja, enfrentándose a un nuevo reto con ganas, nervios e ilusión.
Lo que ninguno de los dos quizá podría haber llegado a imaginar es que el embarazo no es un camino de rosas, razón por la que, a lo largo de esta misma tarde, ha podido saberse que Mery se encuentra ingresada, desde el pasado martes 23, en el Hospital Quirónsalud Palmaplanas de Palma de Mallorca. Un movimiento hospitalario que ha hecho saltar las alarmas en todos los rincones del país, sobre todo teniendo en cuenta que Perelló se encuentra en la semana 31 de embarazo, y por ende, en la recta final del camino antes de poder dar a luz a su bebé.
Según ha adelantado el diario Última hora, la pareja del deportista está en observación y se descarta que haya acudido allí por alguna urgencia. Y es que, aunque todavía no se saben muchos detalles sobre su ingreso, todo apunta a que ha necesitado ayuda de los profesionales sanitarios para enfrentarse a alguna pequeña complicación propia del embarazo sin gravedad, aunque no se descarta que tenga que ser intervenida quirúrgicamente para proteger su bienestar y el de su hijo. Así lo ha señalado el Diario de Mallorca, admitiendo que, la directora de la Fundación Rafa Nadal podría haber recibido la recomendación de los médicos para pasar por quirófano cuanto antes.
Este susto ha tenido lugar justo cuando Rafa Nadal se encuentra a miles de kilómetros por motivos laborales. El de Manacor se ha visto obligado a viajar a Estados Unidos con el objetivo de dar continuidad a sus compromisos profesionales, concretamente en esta ocasión para disputar el US Open, es decir, una de las citas más especiales e importantes dentro del mundo del tenis.
Pese a no contar con la compañía de su marido, Mery puede presumir de estar siendo apoyada por algunos de sus seres queridos en este bache. De hecho, en la cafetería del hospital en cuestión, tanto sus padres como su cuñada, Maribel Nadal, y una amiga, han sido vistos tomando algo y haciendo así tiempo para que los facultativos pertinentes puedan dar un diagnóstico a Perelló, el cual esperan que no influya en la continuidad del embarazo, y por ende, en que el bebé nazca en dos meses lo más sano posible.
Sea como fuere, lo cierto es que ya quedan escasas semanas para que la esposa de Nadal dé a luz y comience una nueva etapa como madre primeriza. Una evolución de la que está disfrutando al máximo, habiéndose dejado ver públicamente y en alguna que otra ocasión con diseños ceñidos que muestran las curvas premamá de la esposa del tenista.
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