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Messi, Joaquín o cuando un castigo se traduce en un cambio personal importante

Leo Messi está a un paso de iniciar un nuevo proyecto de vida junto a su inseparable Antonela Roccuzzo. Todo un golpe de timón que se produciría dos años después de su prometedora llegada a París y que le viene dado casi de manera natural. Porque lo cierto es que nunca ha parecido estar del todo adaptado y contento en su estancia en la ciudad del amor. Y así es como ha llegado el castigo de su club tras protagonizar un polémico viaje que todo apunta va a dar con sus huesos fuera de Francia.

La controversia se desató con un viaje a Arabia Saudí de Messi hace unos días. El argentino pidió permiso para poder viajar hasta el continente asiático. El objetivo era afrontar a unos compromisos comerciales que ya había anulado en dos ocasiones. La entidad francesa le dio luz verde, teniendo en cuenta que los futbolistas tenían libre lunes y martes. Pero después cambió de parecer. Cuando Messi ya estaba volando, el PSG modificó la planificación y anunció un entrenamiento por sorpresa el lunes por la mañana. Evidentemente, el delantero se ausentó de la sesión preparatoria.

Lo que vino después fue un castigo a su estrella en forma de dos semanas sin entrenar ni disputar partidos, que ha colmado el vaso de la paciencia de Leo y de su familia. Su decisión de marcharse de París este próximo verano parece irremediable, si bien su destino es una incógnita por el momento.

Leo Messi y Luka Modric / Gtres

El caso de Luka Modric también es paradigmático. El croata es uno de los mejores centrocampistas que ha tenido el Real Madrid en toda su historia, pero, como Messi, también experimentó cómo un castigo por parte de su equipo le indujo a un sensible cambio en lo personal.

En verano de 2013, Modric quiso cumplir su deseo de jugar en el club madrileño, pero su presidente en el Tottenham Hotspur no se lo pudo nada fácil y decidió apartarlo del equipo. Fueron varias semanas en las que lo pasó realmente mal, pero finalmente el cambio fue para bien.

Dani Alves / Gtres

Otro futbolista que vio cambiado su futuro personal gracias a ponerse en rebeldía fue Dani Alves. El brasileño está más en la picota que nunca después de estar cumpliendo prisión preventiva tras ser acusado de una supuesta violación a una joven en la discoteca Sutton de Barcelona. En su caso, fue cuando militaba en el Sevilla FC y quiso aceptar una oferta del multimillonario Chelsea, que quería romper la banca para reclutarlo en sus filas.

Precisamente, al Chelsea fue el equipo que Thibaut Courtois puso en jaque para forzar su traspaso al Real Madrid. En la crónica social, el belga fue objeto de titulares debido a su affaire con la polifacética Alba Carrillo.

El futbolista Joaquín Sánchez / Gtres

Por último, uno de los casos más sonados fue el de Joaquín Sánchez. El futbolista del Real Betis, que hace unos días anunciaba su retirada profesional, tuvo un gran problema con el presidente del Betis, Manuel Ruiz de Lopera, que no quiso que se fuera al Valencia y decidió cederlo al Albacete para humillarlo. Finalmente, destensó la cuerda y aceptó la oferta de la entidad con sede en la ciudad del Turia.


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