En un esfuerzo por hacer que sus acuerdos de usuario notoriamente densos sean menos laberínticos, Meta ha reescrito y rediseñado cómo se presenta esa información.
La compañía insiste en que los cambios son de forma, no de función, destacando algunas líneas en negrita, agregando subtítulos e ilustraciones en lugar de presentar esa información como una pared gigante de texto. El resultado sigue siendo principalmente un muro gigante de texto, pero diseñado para apaciguar a los reguladores de todo el mundo a medida que aumentan el escrutinio sobre cómo las plataformas de redes sociales informan a los consumidores.
El subdirector de privacidad de Meta, Rob Sherman, citó “más demanda” de los reguladores y las leyes de privacidad que buscan garantizar que las políticas de privacidad cubran la mayor cantidad de terreno posible. La compañía también realizó cambios similares en sus términos de servicio, que establecen las reglas que las personas deben cumplir para usar sus plataformas.
“Uno de los desafíos que enfrentamos nosotros y muchas otras empresas es que las políticas de privacidad realmente… deben ser integrales y proporcionar detalles explícitos sobre cómo se usan y protegen los datos de las personas, lo que se traduce en más palabras en la página”, dijo Sherman. “Pero también deben ser comprensibles, lo que significa que debemos hacer más para ayudar a las personas a navegar por lo que está escrito”.
La política de privacidad reescrita proporciona nuevos ejemplos e infografías que explican más claramente lo que la empresa puede y no puede hacer con los datos privados de los usuarios. Las políticas reformuladas se vincularán con todos los productos Meta excepto WhatsApp.
Las personas que usan la gama de productos de Meta comenzarán a recibir actualizaciones sobre los nuevos cambios en la política de privacidad alrededor del 26 de julio, cuando se implementen. Si bien es comprensible que los usuarios piensen que algo ha cambiado en la forma en que las aplicaciones como Facebook e Instagram recopilan datos, la compañía dice que no hay cambios en la cantidad de información que recopila.
“Obviamente, una gran parte del objetivo es, en primer lugar, asegurarnos de que cumplimos con nuestras obligaciones reglamentarias”, dijo Sherman. “Pero más allá de eso, para asegurarnos de que las personas entiendan cómo se usan nuestros datos, no es bueno para nosotros si las personas se sorprenden con las prácticas de datos”.
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