Los mexicanos podrían ampliar su expectativa de vida por un año y medio si se aplican medidas adecuadas para reducir la contaminación atmosférica, de acuerdo con estimaciones realizadas por el Instituto de Política Energética (EPIC) de la Universidad de Chicago.
Es que la contaminación atmosférica crónica reduce la esperanza de vida global promedio en más de dos años por persona, de acuerdo con el estudio publicado el martes.
El impacto del smog es comparable al del tabaquismo y mucho peor que el VIH/SIDA o el terrorismo, según estimaciones del EPIC.
Para determinar las afectaciones a la salud, los investigadores utilizaron datos satelitales para medir los niveles de PM2.5, como se denomina a las sustancias peligrosas en las partículas flotantes que dañan los pulmones.
Si los niveles globales de PM2.5 se redujeran a los cinco microgramos por metro cúbico recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS), la expectativa de vida promedio aumentaría en un promedio de 2.2 años.
“Ahora que nuestra comprensión del impacto de la contaminación ha mejorado, hay un caso más sólido para que los gobiernos lo prioricen como un problema de política urgente”, declaró Christa Hasenkopf, directora del Índice de Calidad del Aire y Vida de EPIC.
“La contaminación del aire se ha descuidado como un problema de salud pública, y los fondos para abordar el problema aún son inadecuados”, advirtió el estudio.
El smog en México y América Latina
El Índice de Calidad del Aire y Vida destaca que la gran mayoría de los latinoamericanos respira aire contaminado, con puntos críticos que registran niveles de contaminación ocho veces mayores que los recomendados por la OMS.
Las emisiones contaminantes de los vehículos son las principales responsables de la mala calidad del aire en las principales metrópolis de América Latina. Los viajes largos son indicativos de altos niveles de congestión del tráfico y niveles más altos de exposición individual a la contaminación, ya que los viajeros terminan pasando más tiempo al aire libre y en las carreteras.
El estudio menciona que en toda la región, las restricciones de circulación han sido una receta política popular, y cita como ejemplo el programa de Hoy no Circula implementado en la Ciudad de México en 1989.
Sin embargo, las zonas metropolitanas no son las únicas afectadas por la mala calidad del aire, ya que algunas áreas rurales de la región pueden registrar altos niveles de contaminantes debido a los incendios forestales, la polución por mercurio y la deforestación.
Con información de Reuters
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