Los gobiernos de México y Estados Unidos acordaron intensificar los controles contra el tráfico de armas mediante un programa de seguimiento electrónico del armamento incautado a las organizaciones criminales, dijeron el miércoles autoridades mexicanas, sin ofrecer más detalles sobre el alcance del plan.
México ha presentado dos demandas en tribunales estadounidenses contra fabricantes de armas a los que acusa de facilitar la venta de esos productos a los cárteles de drogas mexicanos y de ser responsables indirectos de miles de muertes en la nación latinoamericana.
“En seguimiento al trafico ilegal de armas, Estados Unidos y México acordaron la detección electrónica de todas las armas de fuego incautadas en nuestro país a las organizaciones criminales”, informó en la rueda de prensa matutina del presidente Andrés Manuel López Obrador la secretaria de Seguridad Pública, Rosa Icela Rodríguez.
La funcionaria anunció la iniciativa al presentar los acuerdos alcanzados en la visita a la capital mexicana esta semana de la asesora de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Elizabeth Sherwood-Randall.
“Quedó claro que el 70 por ciento de las armas aseguradas en México provienen de Estados Unidos”, señaló.
En la misma conferencia, la canciller mexicana entrante, Alicia Bárcena, afirmó que su país estaba tratando “de hacer un seguimiento de dónde están estas armas en México”. Ninguna de las dos funcionarias aclaró cuál sería el papel de Estados Unidos en el programa.
“Nosotros lo que queremos es que nos apoye (Estados Unidos) para que podamos realmente detener este flujo porque eso es lo que fortalece a los carteles”, apuntó Bárcena.
López Obrador ha cuestionado la presencia de agencias de seguridad de Estados Unidos en el país y tomado medidas para mermar la cooperación en ese ámbito, como la disolución en 2021 de una unidad policial de élite que trabajó de cerca durante décadas con la oficina antidroga DEA.
Además, ha criticado con frecuencia a su antecesor Felipe Calderón (2006-2012) por supuestamente pactar en su gestión un operativo mediante el cual se introdujeron armas desde Estados Unidos con un chip para rastrearlas, como una vía para combatir a los delincuentes, algo que el exmandatario niega.
Bárcena también detalló que el gobierno de México por medio de la SRE planteó ante EU aumentar la supervisión de quienes otorgan las licencias de armas y revocar licencias a quienes venden armas al crimen.
A esto también se suma la propuesta de una mayor reciprocidad para el decomiso de armas y aumentar detenciones de las organizaciones de tráfico de armas.
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(Con información de Reuters)
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