Más de 21 mil migrantes han quedado varados en México desde el inicio de la pandemia. Doce mil 500 se encuentran en el norte del país y nueve mil en el sur.
Human Rights Watch (HRW) pidió a las autoridades mexicanas la “liberación inmediata” de migrantes si ya no pueden ser deportados a sus países de origen por el cierre de fronteras, con la finalidad de prevenir brotes de coronavirus (Covid-19) en los centros de detención.
Esta medida de liberación es “crucial para reducir el riesgo que enfrentan los migrantes en los centros de detención que no están en condiciones de prevenir la transmisión del nuevo coronavirus”, destacó la organización en un comunicado.
Según relata la organización, desde el 23 de marzo comenzaron protestas en los centros de detención de migrantes en México debido al creciente temor al Covid-19 por el hacinamiento y las condiciones insalubres a las que este sector se encuentra expuesto.
Particularmente, ciudadanos salvadoreños y hondureños no pueden ser repatriados por las medidas impuestas por los gobiernos de ambos países “y esto hace que estén detenidos de manera arbitraria sin un propósito legítimo, en violación a lo dispuesto en el derecho internacional”, declaró HRW.
Por un lado, el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, ha pedido restringir el paso para impedir nuevos contagios, por otro, su homólogo en Honduras, Juan Orlando Hernández pidió detener las deportaciones porque su país carece de recursos para atender posibles casos de coronavirus entre las personas en tránsito.
A finales de marzo, autoridades del Instituto Nacional de Migración (INM) dijeron a la ONG que hasta ese momento no se había logrado un acuerdo con los gobiernos de dichos países para replantear una deportación ordenada, esto, a pesar de que los gobiernos centroamericanos mantienen un discurso de acceso a connacionales. No es así.
“La detención administrativa de un migrante debe aplicarse como medida excepcional de último recurso, por el período más breve posible, y únicamente “si se justifica por una finalidad legítima”, como la expulsión inminente del país”, comentó anteriormente el Grupo de Trabajo de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) sobre la Detención Arbitraria.
“Si ese fin resulta imposible por cualquier motivo ajeno al control de la persona detenida, incluyendo la no cooperación de la representación consular de su país de origen, la persona detenida tiene que ser liberada para evitar una detención indefinida la cual sería arbitraria”, añadió el organismo internacional.
En este contexto, Human Rights Watch hizo un llamado al gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador a prevenir enfrentamientos en los centros de detención, garantizar las medidas sanitarias a quienes permanezcan dentro de ellos e investigar los casos de uso excesivo de la fuerza; o bien de detenciones arbitrarias.
De acuerdo con información del Instituto Nacional de Migración (INM), más de 21 mil migrantes han quedado varados en México desde la llegada de la pandemia al continente americano, de los cuales 12 mil 500 se encuentran en el norte del país y nueve mil en el sur. (Ntx)