México estudia una demanda por terrorismo tras el asesinato de siete de sus ciudadanos en El Paso



El Gobierno mexicano estudia presentar una demanda por terrorismo tras el tiroteo ocurrido este sábado en El Paso, que se ha cobrado la vida de siete de sus ciudadanos —sobre un total de 20 víctimas— y que ha dejado a otros siete mexicanos heridos de gravedad. La medida, sin precedentes, ha sido anunciada este domingo por el canciller, Marcelo Ebrard, en una rueda de prensa en la que ha asegurado que analizarán la posibilidad de solicitar la extradición del autor de los hechos. “Que nadie se extrañe: para México este individuo es un terrorista”, ha subrayado.

El titular mexicano de Exteriores ha presentado, además, un paquete de medidas legales tras la matanza, que las autoridades estadounidenses investigan como un crimen de odio contra la comunidad hispana. De confirmarse, este sería el mayor ataque contra los latinos de los últimos tiempos en el país norteamericano. Sin mostrar un mínimo resquicio de duda, Ebrard ha calificado el tiroteo de “acto terrorista contra la comunidad mexicano-norteamericana”, ha remarcado que las acciones judiciales también alcanzarán a “quien resulte responsable de la venta del arma” y ha subrayado la “indignación” del Gobierno de Andrés Manuel López Obrador y del pueblo mexicano ante la tragedia. “Vamos a pedir acceso a la investigación para ver cómo llegó el arma a sus manos y si la autoridad tenía noticia sobre las potencialidades de este individuo”, ha afirmado.
La policía estadounidense investiga ahora un manifiesto presuntamente escrito por el autor de los hechos. En el texto, publicado minutos antes de la masacre, se llamaba a acabar con la “invasión hispana de Texas” y mostraba su apoyo al pistolero islamófobo que mató a 51 personas en Nueva Zelanda. “México está indignado, pero no proponemos el odio contra el odio. Actuaremos con la razón y con apego a la ley”, ha sañalado Ebrard.
“No al uso de la fuerza; no a la incitación al odio”
El del canciller ha sido el mensaje más duro de repulsa del Gobierno de México, uno de los países que ha sido blanco de los insultos de Donald Trump desde que comenzó su carrera para llegar a la Casa Blanca en 2016. De hecho, tras la matanza, varios candidatos demócratas han acusado al presidente estadounidense de alimentar el odio racista. Por su parte, López Obrador, que ha anunciado el número de víctimas mexicanas en la masacre antes de la conferencia de prensa de Ebrard, ha remarcado que no se inmiscuirá “en asuntos internos de otros países”. “En Estados Unidos están en un proceso electoral y vamos a seguir manteniendo los principios de no intervención y autodeterminación de los pueblos”, ha señalado el mandatario.
Además, ha mostrado su solidaridad con las víctimas y ha rechazado el uso de las armas de fuego. “No deben enfrentarse los problemas sociales con el uso de la fuerza y con la incitación al odio”, ha remarcado el mandatario. Cada año unas 213.00 armas pasan ilegalmente la frontera entre México y EE UU, según un informe del Center for American Progress. Un tema que el canciller considera crucial y sobre el que ha anunciado que “urge tomar acciones legales”.
El Paso, situado justo en la frontera entre EE UU y México, solo lo separa una valla de la mexicana Ciudad Juárez. Un paso fronterizo que a diario vive un enorme trasiego entre mexicanos con visa y estadounidenses que trabajan o van a comprar a uno y otro país. Este duro golpe a la comunidad latina de El Paso, conocida por sus bajos niveles de violencia, supuso inmediatamente un mazazo para la urbe vecina. Tres de las víctimas mortales eran de esta localidad.

Seis de las siete víctimas mexicanas eran de Estados fronterizos

V. U.
De las siete víctimas mortales de nacionalidad mexicana que ha habido en el tiroteo de El Paso, seis eran de Estados que hacen frontera con Estados Unidos. Cinco vivían en Chihuahua, el Estado al que pertenece Ciudad Juárez, y una sexta víctima era de Torreón (Coahuila). La otra persona que ha fallecido en la matanza era de Aguascalientes. El canciller mexicano ha facilitado los nombres de los fallecidos en esta masacre, entre los que hay cuatro mujeres y tres hombres. De los siete heridos, al menos cinco también son de Chihuahua y Coahuila. El paso fronterizo de Ciudad Juárez es uno de los más transitados del país. Numerosos mexicanos de la zona trabajan al otro lado de la frontera y hacen sus compras en el país vecino.


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