Ana Lorena Delgadillo, directora de la Fundación para la Justicia, afirmó que México no tiene políticas reales ni de prevención, atención o investigación, para atender a personas que están entre la vida y la muerte.
México no debe aceptar ser tercer país seguro, a cambio de que el gobierno de Estados Unidos no aplique aranceles a las exportaciones, pues no cuenta con las condiciones para darle protección a los migrantes que llegan desde otros países, coincidieron expertos.
En Mesa De Análisis con la periodista Carmen Aristegui, el escritor Fabrizio Mejía comentó que en las amenazas del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, el tema de fondo no es el comercial sino el de utilizar el racismo en la campaña para ganar las próximas elecciones.
Desde su punto vista, el mandatario estadounidense está tratando a los mexicanos como terroristas y quiere intercambiar mercancía con seres humanos.
En este contexto, Mejía considera que el gobierno de México no debe ceder y buscar la manera de llegar a una negociación sin aceptar la condición de tercer país seguro.
Refirió que el derecho de asilo está garantizado por las leyes internacionales, “el problema es que se toma como una manera de negociar otras cosas: comerciales, políticas, etcétera”.
Por su parte, Ana Lorena Delgadillo, directora de la Fundación para la Justicia, agregó que en este momento se está priorizando un acuerdo económico por encima de los derechos de las personas que requieren la mayor protección.
“Pareciera que la política de Estados Unidos quisiera poner como una especie de bomba” hasta hacerla tronar, porque por una parte limitó los recursos que destinaba a los países de Centroamérica, que servían para generar condiciones de vida digna, y por otra, a México le deja como última opción convertirse en un tercer país seguro, observó.
Refirió que de acuerdo con la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar), hasta 2017, México tenía un acumulado de casos sin resolución cercano a 23 mil.
“Tenemos un sistema de asilo que ya está sobrepasado, sobrecargado en México, y encima tendría que hacerse cargo de todas las solicitudes que llegarían de Estados Unidos. Esto traería graves afectaciones para las personas, no hay condiciones de vida digna en México… ¿De verdad México es un país seguro?¿Estados Unidos piensa que es un país seguro como para delegarle esta responsabilidad de mantener aquí a las personas que lo requieren mientras hacen el trámite? México no tiene las condiciones”, apuntó.
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Mejía agregó que al menos 80 por ciento de los migrantes provenientes de Centroamérica no quieren quedarse en México sino llegar a Estados Unidos.
Delgadillo señaló que con la Guardia Nacional, que ya tendrá facultades para realizar de labores de seguridad, de investigación, e incluso migratorias, se abre un campo muy amplio en el riesgo que pueden tener las personas.
Insistió en que México no tiene políticas reales ni de prevención, atención o investigación, para atender a personas que están entre la vida y la muerte.
A continuación la Mesa de Análisis: