Captura de pantalla de una de las piezas prehispánicas que están siendo subastadas en Francia.Millon
México exige frenar una nueva subasta de bienes prehispánicos en el exterior. La Secretaría de Cultura ha reclamado este martes que la casa Millon, de París, suspenda la venta de 83 piezas el próximo 3 de abril. Los objetos ofertados por la firma francesa son figuras antropomorfas, vasijas y hachas que se encuentran en colecciones privadas europeas pero que salieron del territorio mexicano hace años. El Gobierno de Andrés Manuel López Obrador inició una ofensiva para recuperar el patrimonio en el extranjero y ha conseguido recuperar más de 11.500 objetos. Sin embargo, las subastas de bienes arqueológicos en Francia –y también en otros países, como Estados Unidos– no suelen detenerse porque la legislación local las permite.
Expertos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) examinaron “las características de forma, estilo, materia prima, proporciones, acabados de superficie y estado de conservación” de cada una de las pieza, según un comunicado difundido por las autoridades mexicanas, y determinaron que “83 objetos puestos a la venta son monumentos arqueológicos mexicanos”. Los artefactos fueron confeccionados, de acuerdo con ese análisis, entre 1200 antes de Cristo y 1300 después de Cristo y sus estilos corresponden al olmeca de la Costa del Golfo, al tlatilca de la Cuenca de México, al de Nopiloa del centro de Veracruz, al de Chupícuaro de la región del Bajío, entre otros.
En México, este tipo de objetos están protegidos por la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos, de 1972, que determina que las piezas no pueden salir del territorio sin autorización del INAH. “[Su venta] no solamente es ilegal, es inmoral”, ha remarcado este martes la secretaria de Cultura, Alejandra Frausto, durante la conferencia mañanera del Gobierno. Pero las piezas en subasta están en el extranjero y su comercialización está reglada por la ley francesa, que reconoce como dueño al poseedor del bien.
Una de las máscaras prehispánicas que serán subastadas en París.Millon
Aunque Francia y México firmaron en 2021 una “declaración de intenciones” para “dificultar al máximo el comercio ilícito de piezas importantes para el patrimonio histórico y cultural mexicano”, las casas de subastas han seguido impulsado estas ventas porque la ley se los permite. Depende de las firmas, que son empresas privadas, detenerlas. Un caso emblemático fue el de la casa Binoche et Guiquello, que en 2015 alertó cuando la familia de un coleccionista se presentó con un artefacto prehispánico de 400 kilos cortado en cuatro trozos. Resultó ser el Bajorelieve de Xoc, una pieza olmeca de 3.000 años de antigüedad que había sido robada hacía 40 años y que tras el aviso regresó a México. Pero esa no ha sido la constante. Cada cierto tiempo una firma anuncia la comercialización de objetos patrimoniales y hace millones.
La subasta anunciada para el 3 de abril se detalla en el portal del hotel Drouot de París, donde se realizará la venta, y en el portal de la casa Millon. De acuerdo con la firma francesa, se pondrán a la venta “varias piezas importantes procedentes de grandes colecciones privadas europeas reunidas en la década de 1970″. La procedencia de las piezas es uno de los aspectos que siempre cuestionan los arqueólogos porque es difícil rastrear cómo esos objetos salieron de los territorios de origen. Muchas veces fue por medio del expolio o en las manos de científicos o exploradores que las sacaron del país cuando aún no existía una legislación que las protegiera en México.
Por ejemplo, una de las piezas en el catálogo de la casa Millon es la figura de una “diosa madre Tierra” color terracota que está de pie y desnuda y tiene en la cabeza una corona. El objeto, según la misma descripción, fue elaborado entre los años 1.150 y 700 antes de Cristo por la cultura de Tlatilco. En el apartado de “procedencia” la firma escribe: “Antigua colección de Yvon Collet, 1964. Adquirido a la Galerie Mermoz París, 2014″. En la colección de Samuel Dubiner hubo una vasija olmeca que desde 2005 pertenece a la Galería Mermoz; en la de Stéphane Janssen hubo una pequeña maqueta de calcita gris que salió de Guerrero. Los ejemplos se repiten y en todos falta precisión sobre cómo llegaron las piezas hasta los acervos europeos.
“Hacemos un llamado para que los posibles compradores pongan sus ojos en el arte de los pueblos actual. Existen extraordinarias piezas que pueden estar ornamentando las casa más lujosas del mundo. El arte contemporáneo en México también es una potencia. Visiten y vean este arte que se está creando en estos momentos, ahí sí hay un mercado”, ha pedido Frausto. El director de Instituto Nacional de Antropología e Historia, Diego Prieto, ha lamentado, además, que cuando el patrimonio es saqueado “pierden la mayor parte de su valor” porque ya no es posible reconocer “su origen, su vínculo con poblaciones, ciudades, edificaciones”: “Se convierten solo en objetos de curiosidad”.
Desde el inicio del sexenio de Andrés Manuel López Obrador, México ha recuperado 11.505 objetos prehispánicos que estaban en el extranjero, según ha informado el Gobierno este martes. Gran parte ha sido gracias a la campaña de concienciación Mi patrimonio no se vende, que fomenta el retorno de estos bienes patrimoniales. Esta estrategia ha posibilitado que, sobre todo, ciudadanos particulares entreguen artefactos en su posesión. El último caso fue el de la francesa Marianne Fouchet, que dio a la Embajada de México en París tres figuras que había heredado de su padre.
Gracias a acciones de sensibilización sobre el valor del patrimonio🇲🇽 y la importancia de transmitir la memoria histórica, hoy Marianne Fouchet nos entregó 3 piezas prehispánicas que heredó de su padre #MaxPolFouchet. Agradezco su gran gesto e invaluable cooperación@SRE_mx #INAH pic.twitter.com/ugPpdqhG8q
— Blanca Jiménez Cisneros (@bjc_agua) March 20, 2023
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