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México se clasifica a la final del Mundial sub 17 en un partido con suspense


El mejor fútbol de México se juega a los 17 años. La selección mexicana ha vencido a Holanda en la ronda de los penaltis (4) 1-1 (3) para clasificarse a la final del Mundial sub 17. El suspense se apoderó del conjunto tricolor, hoy de negro, que deshidrató al conjunto holandés que dominó el partido, pero el pundonor del guardameta Eduardo García pesó más con tres tiros atajados. Su rival, será Brasil, el anfitrión.

El conjunto mexicano estuvo bajo el yugo holandés. En el primer tiempo, el Tri juvenil poco pudo hacer para romper la coraza europea. Lo intentaron a través de uno de los futbolistas más promisorios y con nombre de leyenda de artes marciales: Bruce El-Mesmari. Pero el nobel atacante fue sustituido por su entrenador, Marco Ruiz,  al medio tiempo. El panorama lucía gris en un estadio prácticamente vacío en Brasilia. Por momentos se escuchaba en un tono muy bajo el Cielito Lindo. La furia de Holanda intentó capitalizarse a través de futbolistas tan intrépidos que ellos mismos se perdían entre sus propios amagues.

México aguantó lo suficiente y cuando pensó salir de la madriguera para atacar recibieron el gol naranja. Un estupendo esfuerzo del lateral Bogarde terminó con el gol de Regeer. La esperanza mexicana de alcanzar otra final se resquebrajó solo por cinco minutos porque Efraín Álvarez, un mexicano criado en Estados Unidos, marcó un gol de póster: un tiro libre fulminante para el 1-1. Las reglas del Mundial sub 17 dictaminan que para desempatar se tenían que ir a los penaltis. 

Los penaltis, la gran pesadilla del fútbol mexicano, caían en mejor ánimo en el Tri. El primero en tirar sería Álvarez, el del auto de anécdota. El optimismo estaba a tope hasta que decidió tirarlo a lo Panenka y complicó a los suyos. Ahí entró como protagonista Eduardo García, un guardameta que en el primer tiempo soltó un balón y terminó dentro de su portería. Por suerte el árbitro marcó falta del atacante holandés. García dio un tutorial de cómo frustrar la alegría ajena: atajó tres penaltis, el último, el decisivo, en la muerte súbita. México, con tremendo susto en el cuerpo, despojó el billete a la final a Holanda con 57 % de la posesión del balón y 16 ocasiones de gol por 11 de los mexicanos.

México ha sorprendido en el Mundial al clasificarse a la ronda de octavos de final como uno de los mejores terceros lugares. Su inicio fue un tibio empate frente a Paraguay sin goles. En su segundo juego, contra Italia, todo lucía desolador al perder 1-2 con un penalti fallado a último minuto. La resurrección mexicana se dio cuando el Tri arrolló 8-0 a Islas Salomón. En las rondas definitivas se midió al poder asiático: en octavos se quitó de encima a Japón por 2-0 y en cuartos de final liquidó a Corea del Sur. 

Los mexicanos ganaron los Mundiales de 2005, contra Brasil, y 2011, contra Uruguay. En 2013 perdieron frente a Nigeria, la potencia de esa categoría. En 2015 se quedaron con el cuarto lugar. El Tri mantiene en tierras brasileñas el sueño por dar otra vuelta olímpica. 

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