El matrimonio formado por Barack y Michelle Obama se ha convertido en los últimos años en una especie de portavoz del sentir popular estadounidense. Sus palabras, sean acerca de sanidad, de política exterior o de bienestar, son escuchadas con atención por medio mundo. De ahí que ahora resulten especialmente llamativas las declaraciones que la ex primera dama de EE UU ha pronunciado acerca de la ya célebre entrevista que Enrique de Inglaterra y Meghan Markle le concedieron a Oprah Winfrey hace poco más de una semana. En ella desvelaban sus diferencias con la familia real británica, acusaban a algunos de sus miembros de racismo y exponían sus problemas de salud mental, que llegaban incluso a los pensamientos suicidas.
Algo más de una semana después de la charla con Winfrey, Michelle Obama ha sido preguntada por su opinión al respecto durante una entrevista con el medio Access Hollywood. Aunque inicialmente estaba centrada en su nueva serie para Netflix, Gofre + Mochi, que llega a las pantallas este 16 de marzo y que busca fomentar la salud, el ejercicio y la buena alimentación entre los niños, Obama no dejó pasar el tema del momento y deseó a los Sussex que lograran pasar página de todo lo que les está ocurriendo.
“Esa es mi esperanza. Cuando pienso en todo lo que están pasando, pienso en la importancia de la familia, y rezo porque haya perdón, porque haya claridad de pensamiento, amor y porque logren resolverlo a tiempo”, relató la primera dama. “Porque no hay nada más importante que la familia”.
La relación entre el matrimonio Obama y el príncipe Enrique de Inglaterra se remonta años atrás, antes de que Markle entrara en su vida. En octubre de 2015 los tres juntos promocionaban los Juegos Invictus, una especie de Juegos Olímpicos creados por Enrique para los veteranos de guerra. El príncipe y Michelle Obama acudieron juntos a un partido de baloncesto con jugadores en sillas de ruedas.
En abril del año 2016 se enviaron unos vídeos donde se retaban mutuamente, con el objetivo de dar visibilidad a los Invictus, que entonces se celebraban en Orlando “Hey, príncipe Enrique. ¿Recuerdas cuando nos dijiste que teníamos que darlo todo en tus Juegos Invictus?”, preguntaba entonces Michelle Obama, burlona y amenazante a la vez. “¡Cuidado con lo que deseas!”, remataba Barack Obama. Año y medio después, en noviembre de 2017, el hijo menor de Carlos de Inglaterra era invitado por el matrimonio a Chicago para hablar sobre cómo los más jóvenes podían convertirse en ciudadanos activos en la sociedad. Un mes después, Enrique entrevistaba a Barack Obama en Toronto, Canadá, para el programa Today, del canal británico BBC Radio 4.
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Con la llegada de Markle al grupo, la relación pareció afianzarse aún más. En una publicación de su perfil de Instagram, Michelle Obama se dirigió a la antes actriz de la serie Suits como “mi amiga” y la denominió “una líder sabia”. En el número de Vogue que dirigió Markle en verano de 2019, en el que retrató a gran cantidad de mujeres poderosas o importantes en la sociedad, no faltó Michelle Obama. De hecho, era uno de los platos fuertes del número, puesto que Markle la entrevistaba en lo que un comunicado denominó “una conversación genuina”.
Además, el pasado mes de julio Michelle Obama y Meghan Markle coincidieron juntas en una charla, la cumbre del liderazgo global de The Girl Up, como conferenciantes. Allí hablaron —junto a Jameela Jamil o Priyanka Chopra, buena amiga de Markle— acerca de igualdad de género y feminismo.
Con su marcha a EE UU, los duques de Sussex han seguido en parte los pasos de los Obama, firmando jugosos contratos con plataformas de contenido como Netflix o Spotify. Lo que por el momento parece poco probable es que, como ellos, escriban un libro de memorias. Para eso tienen a Oprah Winfrey y sus entrevistas.
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