El expresidente desmintió la nota publicada en El Universal en la que se señala que es investigado en Estados Unidos por un presunto soborno que recibió en la compra-venta de Fertinal.
El expresidente Enrique Peña Nieto rechazó que sea investigado por autoridades de Estados Unidos por un presunto soborno recibido en 2015 en la compra-venta de Grupo Fertinal, hecha a través de Petróleos Mexicanos (Pemex), como lo informó El Universal en su edición de este martes.
A través de su cuenta de Twitter, el político mexiquense indicó: “No es la primera vez que se pretende inculparme de mala fe y sin fundamento alguno”.
Rechazo categóricamente las falsas imputaciones en mi contra, publicadas esta mañana en distintos medios y atribuidas a un supuesto informante. No es la primera vez que se pretende inculparme de mala fe y sin fundamento alguno. Por supuesto, mienten.
— Enrique Peña Nieto (@EPN) June 18, 2019
Según la documentación entregada al Gobierno de Estados Unidos por un “informante” bajo pena de perjurio, Peña Nieto recibió un soborno por “autorizar” la compra de la empresa privada con un sobreprecio que dañó el patrimonio de la petrolera y al erario público.
Según la nota firmada por Noé Cruz Serrano, el nombre del exmandatario se menciona en la documentación que tienen las autoridades estadounidenses y que apunta a la “aprobación” de la compra-venta a cambio de sobornos, lo que permitió que el exdirector de Pemex, Emilio Lozoya, pagara 635 millones de dólares por Fertinal, “cuando esta empresa era insolvente”.
El texto señala que las consultoras PricewaterhouseCoopers (PwC) y Binder Dijker Otte (BDO), así como la Auditoría Superior de la Federación (ASF), habían advertido que Fertinal se encontraba en quiebra, ya que tenía una deuda bancaria de 264 millones de dólares.
Un año después de ser adquirida por la empresa productiva del Estado, el director de Pemex Fertilizantes, Juan Alfredo Lozano Tovar, comentó en la sesión de Consejo de Administración, realizada el 21 de septiembre de 2016, que “se consolidó la adquisición de Fertinal en una situación de crisis de liquidez”.
Aún así, Lozoya Austin habría recibido autorización del entonces presidente para adquirirla y entregar a Fertinal 51 millones de dólares para un reparto de dividendos antes de la operación de compra-venta, según el diario.
Este sobreprecio fue posible luego de la aprobación de la transacción, mediante el supuesto soborno a Peña Nieto, que dio el accionista mayoritario de Fertinal, Fabio Massimo Covarrubias Piffer.
El empresario italiano pagó utilizando el fideicomiso 470, que se creó para formalizar la operación de compra-venta. “Ese fue el mecanismo a través del cual se pagó el soborno”, aseguró el informante, en declaración a la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC, por sus siglas en inglés).
Covarrubias Piffer es señalado por ser uno de los empresarios favoritos no sólo de la pasada administración, según lo afirma El Universal.
En 1998, ganó la subasta de una de las dos partes del monopolio de la producción de fertilizantes en sociedad con el entonces gobernador de Coahuila, Rogelio Montemayor Seguy, cercano al expresidente Carlos Salinas de Gortari y que más tarde fue director de Pemex con Ernesto Zedillo Ponce de León.
Seis años después de la privatización de Fertinal, la firma se declaró en quiebra y fue rescatada por el Instituto de Protección al Ahorro Bancario (IPAB). En 1999, Bancomext le otorgó un crédito por 50 millones de dólares a dicha empresa para sanear sus finanzas.