Migrantes mexicanos en EU, una fuerza económica explotada que trabaja en sectores desfavorecidos

Migrantes mexicanos en EU, una fuerza económica explotada que trabaja en sectores desfavorecidos

Los migrantes mexicanos que viven en Estados Unidos generalmente trabajan en los sectores más desfavorecidos, con bajos sueldos, escasas o nulas prestaciones sociales y con gran explotación, porque no son considerados como empleados calificados, afirmó la investigadora de la UNAM, Patricia Pozos Rivera.

Aunque en las últimas tres décadas los migrantes pasaron de concentrarse primordialmente en el campo y dedicarse al sector agrícola, a establecerse mayormente en las ciudades, donde se desempeñan, sobre todo, en el sector de la construcción, fabricación de maquinaria, restaurantes y otros servicios de comida, en labores a edificios y viviendas, en escuelas y lavado de coches.

“Siguen haciendo lo que llaman en Estados Unidos las 3D: dirty, dangerous and difficult (sucio, peligroso y difícil)”, señaló la investigadora del Instituto de Investigaciones Económicas.

Foto: Reuters

Durante la conferencia “Reestructuración productiva y su efecto en la estructura del mercado laboral de Estados Unidos”, Pozos precisó que el 5.15 por ciento de los migrantes mexicanos, especialmente los jóvenes, se concentraron en el sector primario de la economía, participando en la producción de cultivos y de animales; caza, pesca y captura.

En tanto, 25.89 por ciento se ubicó en el sector secundario, básicamente en la construcción, fabricación de productos plásticos, así como sacrificio y procesamiento de animales. Y 68.96 por ciento se desempeña en el terciario. En estos empleos hay estrategias que ofrecen flexibilidad para el trabajador, destacó la experta.

“De estas estrategias que buscan la flexibilidad en diversos ámbitos y niveles, surgen nuevas formas de empleo. Para algunas de ellas, los trabajadores migrantes (mayoritariamente mexicanos) resultan trabajadores ad hoc, por ejemplo, para el trabajo temporal, a domicilio, teletrabajo, empleo a tiempo parcial y trabajadores en aplicaciones”, señaló.

Pozos Rivera enfatizó que los indocumentados son considerados fuerza de trabajo sin calificación. Sin embargo, son fundamentales para la economía estadounidense.

Foto: Reuters

Una gran fuerza económica

En mayo de este año el académico de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA), David Hayes-Bautista informó durante una conferencia en la UNAM sobre la fuerza económica de los trabajadores hispanos en Estados Unidos.

Estimó que, si las aportaciones de los latinos en Estados Unidos fueran una economía independiente, serían la séptima más grande del mundo; compartiría el sitio con Francia y aventajaría a Brasil, Italia y Canadá.

Además, han aumentado su escolaridad, pues 87.8 por ciento de los estudiantes “millennials” terminan la preparatoria, frente a 66.2 de otros grupos migrantes; y 47.6 por ciento concluye la universidad, en comparación con 31.8 por ciento de no latinos.

Parte de este crecimiento económico se debe también al aumento de la población latina, con una tasa seis veces más alta que la del resto de Estados Unidos, concluyó.

“Los latinos somos vistos en Estados Unidos como infraclase, criminales, violadores, narcotraficantes y migrantes ilegales, pero la realidad de las cifras muestra otra cosa”, aseguró.

Foto: Reuters

En un estudio demográfico previo que elaboró, encontró que en 1980 había en California 4.5 millones de hispanoamericanos; estimó que para 2030 habría 15.2 millones. “Nadie nos creyó, pero hoy somos 15.5 millones en ese estado, y aún no llegamos a la fecha prevista”, señaló.

El académico explicó que el PIB describe en dólares lo que aporta una geografía, por eso le interesó calcular el latino dentro de la economía estadounidense.

Lo anterior es posible porque los latinos participan e incrementan la fuerza laboral en diversos sectores, suben salarios, tienen un consumo firme, forman hogares y compran casas, expuso el experto.


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